En las calles impecables de Indian Creek Village, la conversación no gira estos días en torno a la boda de sus residentes más famosos. Sí, algunos comentan sobre el enlace de Jeff Bezos y Lauren Sánchez, que se celebraría en Venecia, Italia. Pero hay un tema mucho más incómodo del que se habla ahora en esta exclusiva isla barrera de Florida.
A pesar de ser hogar de algunas de las personas más ricas del país —como el exjugador Tom Brady, así como Ivanka Trump y Jared Kushner— Indian Creek Village enfrenta un problema poco glamuroso: no cuenta con infraestructura subterránea para manejar sus aguas residuales.
Durante años, sus residentes han dependido de tanques sépticos, una fuente de contaminación que las autoridades ahora quieren eliminar. El plan es conectar la isla al sistema regional de alcantarillado a través de tuberías que pasarían por Surfside, el tranquilo pueblo vecino donde vive la exesposa de Brady, Gisele Bündchen.
“Es por la salud de la bahía”, explicó en febrero el administrador de Indian Creek Village, Guillermo Olmedillo, a Local 10. “Además, es política estatal y del condado hacer la conversión de séptico a alcantarillado”.
Actualmente, los desechos de Surfside se canalizan por Bay Harbor Islands hacia la ciudad de Miami Beach, y de ahí a una planta de tratamiento en Virginia Key, operada por el condado. El alcalde de Surfside, Charles Burkett, expresó su disposición a colaborar, pero puso condiciones: solicitó 10 millones de dólares para modernizar el sistema de alcantarillado de su propia comunidad. Indian Creek, según se informa, se negó.
“No íbamos a permitir que nos extorsionara”, declaró al New York Times el abogado de Indian Creek, Stephen J. Helfman, en referencia a Burkett. “Somos un gobierno local igual que ellos. También son una comunidad rica”.
Ante el desacuerdo, el consejo del pueblo de Indian Creek —que incluye a Jared Kushner— decidió enviar a un cabildero a Tallahassee para defender su postura. La estrategia dio resultado: un proyecto de ley de transporte integral aprobado recientemente por la legislatura estatal incluye ahora una disposición que prohíbe a los municipios bloquear o cobrar por la instalación de líneas de alcantarillado.
El alcalde de Indian Creek, Bernard Klepach, celebró la medida. “En el fondo, es lo correcto”, dijo al Times. “Olvídense de nosotros y de nuestra comunidad, de si tenemos privilegios o no. Es por la Bahía de Biscayne y por el bienestar de nuestro estado”.
Ahora, la última palabra la tiene el gobernador Ron DeSantis, quien deberá decidir si promulga la ley. El Miami Herald intentó obtener comentarios de Klepach, sin éxito. Por su parte, Burkett, a través de su representante, declaró que “no tenía nada más que agregar a lo dicho en el artículo del NYT”.