El cantautor español Enrique Bunbury fue inducido este jueves al Salón de la Fama de los Compositores Latinos (LSHOF, por sus siglas en inglés) durante una ceremonia en Miami, donde declaró a EFE que se asume como artista latino y que su oficio consiste en “unir culturas”, no en atender la política, la cual —afirmó— “me importa un pimiento”.

“Lo que hacemos los que hacemos música es unir culturas, acercarnos a las propias y a las ajenas. Nada de lo que ocurre a nivel político me interesa”, sostuvo el músico de 58 años, originario de Zaragoza, España, al reflexionar sobre el reconocimiento en el contexto político actual de Estados Unidos.

El LSHOF destacó que Bunbury “ha redefinido el rumbo del rock latino con sus propuestas innovadoras”. El artista compartió la distinción con el compositor colombiano Andrés Castro, el cubano Jorge Luis Piloto, la mexicana Mónica Vélez y, de manera póstuma, el argentino Lalo Schifrin.

Bunbury afirmó recibir el reconocimiento “con humildad y alegría”, aunque admitió que “hay otros que lo merecen más que yo”. Añadió que nunca soñó con ser distinguido de esa manera, pues “los artistas que me emocionaron y me llevaron a escribir canciones no están inducidos y lo merecen más”.

Autor de temas como Parecemos tontos y De mayor, e intérprete de Frente a frente y Aunque no sea conmigo, Bunbury ha retomado este año su Huracán Ambulante Tour, donde repasa su carrera en solitario y su etapa con la banda que lo acompañó entre finales del siglo pasado y 2005.

El músico adelantó además que prepara un nuevo álbum: “Es un disco muy hispano, muy latino, con ritmos tradicionales y con una perspectiva más cercana a mi carácter y a mi forma de ver la música”.

Con información de EFE.

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