Reuters / Un grupo de agricultores franceses irrumpió el sábado en una importante feria agrícola de París antes de la visita prevista del presidente Emmanuel Macron, en medio del enfado por los costos, la burocracia y las normativas ecológicas.
Enfrentados a decenas de policías dentro de la feria, los agricultores gritaban y abucheaban, pedían la dimisión de Macron y utilizaban improperios dirigidos al líder francés.
“¡Esta es nuestra casa!”, gritaban, mientras filas de la policía antidisturbios de la CRS francesa trataban de contener la manifestación. Hubo algunos enfrentamientos con los manifestantes y la policía detuvo al menos a uno de ellos, según pudo comprobar un testigo de Reuters.
Pascal Beteille, uno de los manifestantes, dijo que no esperaba nada de la visita de Macron.
“Esta es nuestra casa y él nos recibe con CRS”, dijo a Reuters.
Macron, que se reunió con los líderes sindicales de los agricultores franceses durante el desayuno, tenía previsto pasear después por los callejones de la feria.
“Lo digo para todos los agricultores: no están ayudando a ninguno de sus colegas destrozando stands, no están ayudando a ninguno de sus colegas haciendo imposible la feria y, en cierto modo, ahuyentando a las familias de venir”, dijo Macron a periodistas tras su reunión con los líderes sindicales.
Las protestas retrasaron al menos una hora la apertura del espectáculo al público.
El presidente francés dijo que convocaría a los representantes de los sindicatos de agricultores y a otras partes interesadas del sector en el palacio del Elíseo dentro de tres semanas, después de que cancelara un debate que quería celebrar en la feria con agricultores, procesadores de alimentos y minoristas.
Desmintió una información según la cual tenía previsto invitar a ese debate al controvertido grupo ecologista Soulevements de la Terre, que había provocado aún más el enfado de los agricultores franceses.
Los canales de noticias franceses retransmitieron en directo un acalorado debate improvisado entre Macron y los manifestantes.
La feria agrícola de París -un acontecimiento importante en Francia, que atrae a unos 600.000 visitantes a lo largo de nueve días- es un evento político fijo, en el que se espera que los presidentes y sus oponentes dialoguen con el público bajo un intenso escrutinio mediático.
Las protestas de los agricultores, que se han extendido por toda Europa, han avivado la preocupación en Francia y en otros países por sus consecuencias políticas, dado que representan un electorado cada vez más numeroso para la extrema derecha, que se espera que gane en las elecciones al Parlamento Europeo de junio.
A principios de mes, los agricultores franceses suspendieron en gran medida las protestas después de que el primer ministro, Gabriel Attal, prometiera nuevas medidas por valor de 400 millones de euros (433 millones de dólares).
Pero las protestas se reanudaron esta semana para presionar al gobierno a que proporcione más ayuda y cumpla sus promesas, antes de la feria agrícola de París.