Bloomberg / Donald Trump está a miles de kilómetros de la ciudad alpina suiza de Davos, pero las conversaciones sobre su posible regreso a la Casa Blanca están en boca de todos, incluso antes de que comience la reunión anual de la élite mundial.
El lunes, bajo las gélidas temperaturas de Iowa, se dispone a consolidar su condición de favorito republicano en la primera contienda de su partido de las elecciones de 2024. Su aplastante ventaja sobre sus rivales parece insuperable, y las encuestas muestran que Trump y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estarían empatados en las elecciones presidenciales.
La última vez que vieron a Trump entre los asistentes a Davos fue en 2020 cuando hizo una entrada teatral al aterrizar con un escuadrón de helicópteros —y fue el último líder estadounidense en asistir al Foro Económico Mundial—, pero sigue siendo un tema de conversación popular para los asistentes que van desde de directores ejecutivos, directores de finanzas y banqueros centrales.
“Sabes, hemos pasado por eso antes, sobrevivimos, así que veremos qué significa”, dijo Philipp Hildebrand, vicepresidente de BlackRock Inc., en una entrevista con Bloomberg Television. “Ciertamente, desde una perspectiva europea, desde una especie de perspectiva globalista y atlantista, por supuesto que es una gran preocupación”.
El expresidente del Banco Nacional Suizo compartió la evaluación de la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, quien la semana pasada dijo en un lenguaje sencillo, inusual para un banquero central, que otro mandato de Trump sería claramente una amenaza.
El exvicepresidente estadounidense Al Gore, por supuesto, no es ajeno a las conmociones políticas, ya que estuvo a punto de convertirse en presidente hace casi un cuarto de siglo. Hoy en día es más conocido por su lucha contra el cambio climático, pero compartió algunas advertencias respecto de suponer que es un hecho que Trump ganará o que, incluso, será nominado como candidato republicano.
“No creo que sea una conclusión inevitable”, dijo a Bloomberg Television en Davos. “He pasado por el proceso, he realizado cuatro campañas nacionales a lo largo de los años y lo he visto desde esa perspectiva. He visto muchas sorpresas a lo largo de los años. Algo me dice que este puede ser un año de sorpresas importantes. Espero que así sea, porque no quiero verlo nuevamente nominado y reelecto”.
Incluso advirtió sobre no exagerar la importancia de la votación de Iowa.
“No estoy seguro de que sean tan importantes como algunos creen”, afirmó. “Ha habido tantos ejemplos, la última vez en 2016, Ted Cruz ganó el caucus de Iowa y luego no tuvo ninguna importancia. Hemos visto a otros ganar el caucus de Iowa del lado republicano y luego desaparecer”.