El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, visitó este viernes Guernica y se convirtió en el primer jefe de Estado de su país que acude a rendir homenaje a las víctimas del bombardeo nazi de 1937 en esta localidad española, convertida en símbolo de denuncia de la guerra.
Junto al rey de España Felipe VI, Steinmeier participó en una ceremonia en un cementerio de la ciudad vasca en memoria de los centenares de víctimas de este bombardeo, lanzado en abril de 1937 para apoyar a las tropas del general Francisco Franco durante la Guerra Civil española (1936-1939).
Ambos visitaron luego el Museo de la Paz, que recuerda esta tragedia cuya huella continúa muy presente en la memoria de los habitantes del País Vasco, en el norte de España.
“Guernica es uno de esos lugares donde el horror de la guerra y la vulnerabilidad de los inocentes están grabados para siempre en la memoria colectiva europea”, declaró a la prensa Steinmeier.
“La población civil fue el único objetivo: mujeres, hombres y niños fueron asesinados”, continuó, haciendo un llamado a “defender la paz, la libertad y la democracia” frente a “todas las formas de nacionalismo, odio y violencia”.
Preguntado por periodistas si Alemania pedía perdón al pueblo español, Steinmeier se limitó a decir que su país “asumía plenamente su responsabilidad histórica”.





