El pontífice abrió el año con una misa en la basílica de San Pedro dedicada a la Virgen, centrando su homilía en ensalzar el papel de María en la Iglesia, amparándose en las Escrituras y en la encíclica “Lumen Gentium” (1964) que Pablo VI escribió en el revolucionario Concilio Vaticano II, pero también en la vida civil del planeta.
El Papa Francisco (centro) oficia la Santa Misa de la Solemnidad de María, Madre de Dios, en la Basílica de San Pedro
El Papa Francisco (centro) oficia la Santa Misa de la Solemnidad de María, Madre de Dios, en la Basílica de San Pedro. EFE/EPA/Giuseppe Lami

“También el mundo necesita mirar a las madres y a las mujeres para encontrar la paz, para escapar de las espirales de violencia y odio, y volver a tener miradas humanas y corazones que ven”, puntualizó.

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