EFE / El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met) presentó este martes a la prensa una exposición que explora la influencia del antiguo Egipto en artistas y figuras culturales de las comunidades afroamericanas a través de fotografías, pinturas, obras literarias y piezas audiovisuales.

‘Flight into Egypt’, que estará abierta al público desde el 17 de noviembre hasta el 17 de febrero, hace un recorrido por 150 años de producción artística y cultural elaborada mayoritariamente por artistas afroamericanos que a finales del siglo XIX empezaron a considerar a Egipto como una de las grandes fuentes de inspiración de las culturas africanas.

La muestra se divide en diez secciones temáticas que comienzan en 1876 y estudian cómo “artistas y figuras culturales negras defendieron su afinidad con el antiguo Egipto, oponiéndose a la definición predominante que diferenciaba al país (Egipto) de la llamada África negra”, explicó hoy a la prensa Amili Tommasino, comisario de la exposición.

Impacto en la diáspora

Una de las obras más destacadas de la exposición es ‘Kings of Egypt II’, un óleo sobre lienzo de Jean-Michel Basquiat en que el artista -nacido en Nueva York pero de ascendencia haitiana y puertorriqueña- pinta sobre un fondo negro rostros masculinos y escribe nombres de faraones como Ramsés II o Amenofis III.

Esta pieza forma parte de la sección ‘Kings and Queens’, que da la bienvenida al público con cinco bustos de Nefertiti elaborados por Fred Wilson con una paleta de colores que van desde el blanco al marrón oscuro y que sirven para reivindicar la belleza y el empoderamiento de la cultura afroamericana.

En esta área también sobresale una monumental escultura de bronce en la que la artista estadounidense Simone Leigh retrata a la escritora Sharifa Rhodes Pitts con el pecho destapado y posando sus manos sobre su larga falda, similar a la vestimenta que usaban los antiguos funcionarios egipcios.

Mientras, en la sección ‘Egyptology and the color line’ se cuestiona la frecuente identificación de la cultura egipcia con Europa y Estados Unidos mediante la obra del escritor y abolicionista de la esclavitud Frederick Douglass, que indagó en la barrera racial que impregnaba los estudios del antiguo Egipto, algo que él llamaba “la línea de color”.

Por ello, también se exponen varios libros que son clave en este planteamiento, como ‘The African Origin of Civilization: Myth or Reality’, de Cheikh Anta Diop, o ‘Black Athena: The Afroasiatic Roots of Classical Civilization’, de Martín Bernal.

Influencia en el arte abstracto y la música de los afroamericanos

La exposición indaga en la influencia de Egipto en el arte abstracto: así, la sala ‘Nu nile abstraction’ dispone una serie de pinturas y esculturas en torno a una gran pirámide en el centro de colores azul y blanco, hecha por Rashid Johnson con materiales como jabón negro, cera, vinilo latón, libros y madera, entre otros.

La música afroamericana es la protagonista de la siguiente sección, ‘A new song’, que hace un recorrido por la historia de los músicos y su relación con el antiguo Egipto: aquí se exponen vinilos con portadas en las que se retratan pirámides o faraones como ‘Best of Earth Wind and Fire’, de la banda estadounidense del mismo nombre.

La parte más destacada de esta sección es una pequeña habitación totalmente oscura en la que un busto faraónico cuelga del techo y gira como una bola de discoteca mientras en la pared se proyecta el documental ‘Black Journal’, de Alice Coltrane.

Amili Tommasino destacó la importancia de que el Met, “históricamente enfocado en el eurocentrismo”, organice esta “innovadora exposición que pone de relieve las perspectivas afrocéntricas de la historia”.

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