El Kremlin negó hoy haber interferido en la primera ronda de las elecciones presidenciales en Rumanía, en las que ganó de forma inesperada el ultraderechista prorruso Calin Georgescu, conocido por sus críticas hacia la UE y la OTAN, y sus comentarios favorables sobre el presidente ruso, Vladimir Putin.

“Rusia no ha interferido en los procesos electorales en Rumanía, en general no tenemos la costumbre de interferir en las elecciones de otros países, en particular Rumanía. Y no tenemos la intención de hacerlo ahora”, afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.

El representante del Kremlin señaló que “cualquier acusación al respecto es absolutamente infundada”.

“Es más bien una forma de imitar la tendencia que existe al respecto en Occidente. En el sentido de que si pasa algo hay que acusar ante todo a Rusia”, ironizó.

El polémico Georgescu, de 62 años, también se ha expresado en contra de la ayuda militar a Ucrania, país invadido por Rusia, aunque esta semana intentó distanciarse de sus anteriores posturas afirmando en un vídeo que no desea “que Rumanía salga de la OTAN ni de la Unión Europea (UE)”.

También ha generado malestar su historial de elogios a fascistas como Ion Antonescu y Corneliu Zelea Codreanu, responsables del Holocausto en Rumanía y aliados de Hitler, a los que definió como “héroes” y “mártires”.

El inesperado triunfo de Georgescu en la primera vuelta se ha atribuido en parte a su campaña en las redes sociales, especialmente TikTok, donde logró captar especialmente el voto de jóvenes sin formación y de la diáspora rumana.

Dos de los candidatos que concurrieron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Rumanía han impugnado ante el Tribunal Constitucional el resultado de los comicios al considerar que Georgescu engaño a los votantes y no reveló sus fuentes de financiación.

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