Míchel, el entrenador del Girona, se mostró optimista el miércoles sobre las posibilidades de su equipo de prolongar la extraordinaria trayectoria de la temporada pasada en LaLiga en la temporada 2024-25, que comienza el jueves en el campo del Real Betis.
Tras terminar tercero en la clasificación, el mejor puesto de su historia, el Girona se aseguró una plaza en la Liga de Campeones, en la que será su primera experiencia en competición europea.
Aunque el Girona haya perdido el factor sorpresa, Míchel confía en que el club continúe su trayectoria ascendente.
“El objetivo que tenemos es crecer y honrar la camiseta. Siempre. Todos los que estén aquí tienen que tener claro que jugamos para nuestra gente”, dijo Míchel el miércoles en rueda de prensa.
El madrileño añadió que aún espera que lleguen nuevos fichajes antes de que se cierre la ventana de traspasos de verano, a finales de agosto.
A pesar de estar respaldado por la riqueza de sus propietarios de Abu Dabi, el Girona funciona con un sistema financiero diferente al del campeón inglés, el Manchester City, el equipo más importante del City Football Group.
Míchel, cuyo proyecto se construyó en torno a una plantilla joven con un estilo ofensivo, perdió a varios de sus jugadores clave en el tramo final de la temporada, entre ellos el extremo Savinho, que se marchó al Manchester City.
El delantero Artem Dovbyk se marchó al AS Roma, de la Serie A, y el polivalente centrocampista Aleix García fue fichado por el Bayer Leverkusen, campeón de la Bundesliga.
Para colmo, antes de un difícil choque en el campo del Betis de Manuel Pellegrini, no podrá contar con al menos tres jugadores enfermos por un virus.
“Es verdad que el proceso es complicado y difícil porque han salido jugadores importantes. Necesitamos que los que estén aquí estén lo mejor posible. Hemos tenido problemas durante la pretemporada y por eso no ha sido buena”, dijo Míchel.
“Estoy convencido que haremos la mejor plantilla posible y, con una mentalidad colectiva, haremos una buena temporada”.