La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva, reconoció este miércoles en Washington que “se están realizando esfuerzos para corregir grandes y extensos desajustes de precios relativos, reformar el sector energético y crear una economía más simple, basada en reglas y orientada al mercado”, en referencia a las medidas adoptadas por el Gobierno argentino y en alusión a la aprobación de la revisión del acuerdo entre Argentina y el organismo multilateral.
En un comunicado, Georgieva admitió que “se están abordando las barreras al crecimiento, el empleo formal y el comercio, mientras se prevé un marco regulatorio más predecible para impulsar la inversión y liberar el potencial energético y minero de Argentina”. Además, Georgieva sostuvo que “será esencial una formulación de políticas ágil y una planificación de contingencias, y es posible que se necesiten medidas adicionales para asegurar los objetivos del programa y restaurar la estabilidad de manera duradera”.
Luego de que el directorio ejecutivo del FMI completara hoy la séptima revisión del acuerdo ampliado bajo el Servicio Ampliado del Fondo (SAF) para Argentina, lo cual permitió el desembolso inmediato de alrededor de US$ 4.700 millones (o DEG3.500 millones), el organismo señaló que la decisión busca “apoyar los esfuerzos políticos iniciales de las autoridades y los fuertes compromisos para restaurar la estabilidad macroeconómica y ayudar a Argentina a satisfacer sus necesidades de balanza de pagos, lo cual eleva los desembolsos totales en virtud del acuerdo a aproximadamente 40.600 millones de dólares “.
El FMI detalló que “al completar la revisión, la Junta Ejecutiva evaluó que los objetivos clave del programa hasta finales de diciembre de 2023 no se alcanzaron por amplios márgenes debido a graves reveses en materia de políticas, lo que requirió la aprobación de exenciones de incumplimiento”.
Más adelante, el organismo multilateral indicó que “la Junta aprobó dispensas de incumplimiento asociadas con la introducción de medidas temporales que dieron lugar a la introducción o intensificación de restricciones cambiarias y prácticas de moneda múltiple. Además, se modificaron los objetivos del programa , en consonancia con las acciones iniciales y los ambiciosos planes de las autoridades para volver a encarrilar el programa y restaurar la estabilidad macroeconómica protegiendo al mismo tiempo a los más vulnerables”.
Las autoridades del FMI puntualizaron que “la Junta también aprobó una extensión del acuerdo hasta el 31 de diciembre de 2024 , junto con algunas reprogramaciones de los desembolsos planificados dentro del monto existente del programa”.
Georgieva, afirmó que “tras la finalización de las últimas revisiones, los ya grandes desequilibrios y distorsiones de Argentina se agudizaron y el programa se desvió significativamente, lo que refleja las políticas inconsistentes del gobierno anterior”.
La funcionaria del FMI puntualizó que “en medio de esta difícil herencia (inflación elevada y creciente, reservas agotadas y altos niveles de pobreza), la nueva administración está tomando medidas audaces para restaurar la estabilidad macroeconómica y comenzar a abordar los impedimentos de larga data al crecimiento. Estas medidas iniciales evitaron una crisis de balanza de pagos, aunque el camino hacia la estabilización será difícil”.
La directora del organismo resaltó que “el ambicioso plan de estabilización acordado se centra en el establecimiento de un ancla fiscal fuerte que ponga fin a todo financiamiento del gobierno por parte del banco central. El logro de un superávit fiscal primario de alrededor del 2 por ciento del PIB este año , se sustentará en una combinación de impuestos temporales relacionados con las importaciones y el fortalecimiento de los impuestos a los combustibles, junto con esfuerzos para racionalizar los subsidios a la energía y el transporte, los costos administrativos y las políticas de menor prioridad. gastos discrecionales”.
Luego agregó que “también se está reforzando la asistencia social para apoyar a los más vulnerables y salvaguardar el valor real de las pensiones. Con el tiempo, se prevén medidas fiscales de mayor calidad para lograr mejoras estructurales en los ingresos y el gasto y asegurar la consolidación y una distribución más equitativa de la carga”.
Georgieva argumentó que “tras el realineamiento del tipo de cambio, la política cambiaria debería continuar asegurando los objetivos de acumulación de reservas. Se están tomando medidas importantes para abordar el gran sobreendeudamiento comercial y crear un sistema de importación más transparente y basado en reglas”.
La funcionaria del FMI subrayó que “las autoridades se han comprometido a eliminar en el corto plazo las restantes restricciones cambiarias distorsionantes y las prácticas monetarias múltiples, y a desarrollar planes para desmantelar gradualmente las medidas de gestión de los flujos de capital, según lo permitan las condiciones”.
En su recomendación para bajar la inflación , Georgieva y el directorio del FMI manifestaron que “la postura de la política monetaria debería evolucionar para respaldar la demanda de dinero y la desinflación, mientras que el marco y las operaciones de la política monetaria se ajustarán para fortalecer su papel de anclaje. Seguir fortaleciendo el balance del banco central sigue siendo una prioridad”.
Finalmente, Georgieva y la junta del FMI pusieron en relieve que “será esencial una formulación de políticas ágil y una planificación de contingencias, y es posible que se necesiten medidas adicionales para asegurar los objetivos del programa y restaurar la estabilidad de manera duradera. Sigue siendo imprescindible una comunicación clara y una asistencia social bien orientada, así como esfuerzos continuos para generar apoyo social y político para el programa”.