El comercio mundial de alimentos “aumentará alrededor de un 2,5%” en 2024, superando los dos billones de dólares, en un contexto macroeconómico “relativamente favorable”, según un informe publicado el jueves por la FAO.

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se apoya principalmente en la previsión de crecimiento económico mundial para 2024 del Fondo Monetario Internacional, “estable” en 3,2%, así como en la del Banco Mundial, que prevé que los precios de la energía y de productos agrícolas sigan bajando.

“Se espera que la combinación de estos factores sostenga los ingresos y estimule la demanda de importaciones alimentarias en el mundo, lo que podría aumentar la factura alimentaria mundial en más de 50.000 millones de dólares en 2024”, según las estimaciones de la FAO.

La agencia de la ONU advierte en cambio de que etas proyecciones pueden estar influenciadas por “varios factores de riesgo”, como “la escalada de las tensiones geopolíticas”, “fenómenos climáticos que afecten la producción agrícola”, “perturbaciones de la cadena de aprovisionamiento como el reciente aumento de los costes del transporte marítimo”, tras los problemas en el Mar Rojo y en el canal de Panamá, y “la imposición de restricciones comerciales”.

En 2023, el comercio internacional de alimentos permaneció relativamente estable (+0,4%), tras los importantes aumentos de 2021 (+18%) y 2022 (+11%), marcados respectivamente por una fuerte inflación poscrisis sanitaria y por la guerra en Ucrania.

El año pasado, la factura se vio impulsada por los gastos de azúcar (+12,7%) y en frutas y verduras (+6,5%). Estos incrementos compensaron en gran medida la disminución del coste de aceites animales y vegetales (-12,2%), cuyos precios mundiales habían caído.

La FAO estima que “el suministro de la mayoría de los principales productos alimentarios mundiales será suficiente en 2024-2025”.

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