El consumo de alcohol incrementa el riesgo de demencia independientemente de la predisposición genética de las personas, concluye un nuevo estudio de gran envergadura publicado en la revista BMJ Evidence-Based Medicine.
La investigación incluyó a unas 560.000 personas en el Reino Unido y Estados Unidos, seguidas durante varios años, y a datos genéticos de aproximadamente 2,4 millones de individuos. Los resultados refuerzan la evidencia de que no existe una cantidad segura de alcohol para la salud.
“Para cualquiera que elija beber, nuestro estudio sugiere que un mayor consumo de alcohol conduce a un mayor riesgo de demencia”, explicó Stephen Burgess, estadístico de la Universidad de Cambridge.
Los investigadores recopilaron información sobre los hábitos de consumo de alcohol y la relacionaron con la incidencia de demencia. También analizaron marcadores genéticos vinculados al consumo, para entender su efecto acumulativo a lo largo de la vida. Los datos mostraron que, por ejemplo, beber tres copas a la semana eleva en un 15% la probabilidad de desarrollar demencia en comparación con quienes beben una copa.
“La evidencia genética no ofrece apoyo para un efecto protector del alcohol, de hecho, sugiere lo contrario”, señaló Anya Topiwala, coautora del estudio e investigadora clínica senior en la Universidad de Oxford.
Aunque el estudio no prueba de manera concluyente que el alcohol cause demencia, los especialistas advierten que la relación es consistente con lo que ya se sabe sobre el efecto tóxico del alcohol en las neuronas. “El trabajo fundamental en neurociencia ha demostrado que el alcohol es directamente dañino para el cerebro”, comentó Tara Spires-Jones, directora del Centro de Ciencias del Cerebro en la Universidad de Edimburgo.
Investigaciones previas ya habían mostrado que incluso una o dos unidades de alcohol al día se asocian con reducción del volumen cerebral y cambios estructurales relacionados con pérdida de memoria.
Para los autores, el mensaje es claro: “Reducir el consumo de alcohol en toda la población podría desempeñar un papel significativo en la prevención de la demencia”, concluyó Topiwala.






