Dos empates y una derrota. El AC Milan sigue a la espera de su primera victoria de la temporada después de su empate en la cancha del Lazio de Roma (2-2), este sábado en la tercera fecha de la Serie A de Italia.

El que sumó su segunda victoria consecutiva fue el Nápoles, aunque no exenta de sufrimiento hasta el gol decisivo del delantero belga, recién incorporado a las filas napolitanas, Romelu Lukaku.

Después de tres partidos bajo la dirección de su nuevo entrenador portugués Paulo Fonseca, el Milan queda bloqueado en la parte baja de la clasificación (14º) con solo dos puntos. El ambicioso club lombardo no comenzaba tan mal una temporada desde 2011.

Fonseca, que sigue privado de su fichaje estrella Álvaro Morata, lesionado, trató de cambiar la dinámica dejando en el banquillo al portugués Rafael Leao y al francés Théo Hernández.

Parecía que el técnico luso había dado con la tecla: su equipo no tardó en abrir el marcador por medio del defensor serbio Strahinja Pavlovic (8), pero se derrumbó pasada la hora de juego concediendo dos goles (62 y 66), el primero de ellos del delantero argentino Taty Castellanos.

  • ¿Primeras tensiones? –

Fueron precisamente las entradas en juego de Leao y Hernández las que permitieron al club lombardo arrancar el empate, con gol del portugués tras pase previo del galo a Tammy Abraham, antes de que inglés cediese a Leao (72).

Los dos jugadores protagonizaron después una escena insolita que dejó traslucir las primeras tensiones en el seno del equipo: durante una pausa para refrescarse, ambos se quedaron apartados del grupo, que escuchaba las instrucciones de su entrenador.

“Apenas terminábamos de entrar, no necesitábamos refrescarnos, no hay ningún problema, el grupo está unido”, defendió el internacional francés.

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