Las Fuerzas Militares de Estados Unidos atacaron tres embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico en el este del océano Pacífico, con un saldo de ocho personas muertas, informó el Comando Sur de Estados Unidos.
De acuerdo con un comunicado difundido en la red social X, el operativo se realizó el lunes por orden del secretario de Defensa, Pete Hegseth, y estuvo a cargo de la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear. El Comando Sur señaló que la inteligencia militar confirmó que las embarcaciones transitaban por rutas conocidas de narcotráfico en el Pacífico Oriental y que estaban involucradas en actividades ilícitas.
Los ataques forman parte de la llamada Operación Southern Spear, una campaña impulsada por el gobierno del presidente Donald Trump para frenar el tráfico de narcóticos. Según datos oficiales, al menos 95 personas han muerto en acciones similares contra embarcaciones sospechosas desde el inicio de esta estrategia.
El Comando Sur también informó que el pasado 4 de diciembre se realizó otro ataque contra una embarcación presuntamente dedicada al narcotráfico en el Pacífico Oriental, en el que murieron cuatro personas.
Las operaciones han incrementado el escrutinio político y legal en Estados Unidos. El gobierno de Trump notificó al Congreso que el país se encuentra en un “conflicto armado” contra los cárteles de la droga, iniciado formalmente el 2 de septiembre con el primer ataque de este tipo. De acuerdo con reportes de CNN, ese mismo día se ejecutó un segundo ataque en el Caribe contra una embarcación similar, luego de que la primera ofensiva no causara la muerte de todos los tripulantes, lo que generó señalamientos de posibles violaciones al derecho internacional por parte de legisladores demócratas y expertos legales.
El gobierno estadounidense ha calificado a los fallecidos como “combatientes ilegales” y sostiene que cuenta con facultades para realizar ataques letales sin revisión judicial, con base en una determinación clasificada del Departamento de Justicia.
Estas acciones se enmarcan en una campaña de presión de varios meses contra Venezuela, que ha incluido el despliegue de miles de soldados, un grupo de ataque de portaaviones en el Caribe y amenazas reiteradas contra el presidente venezolano Nicolás Maduro. La semana pasada, Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra empresas navieras y embarcaciones acusadas de transportar petróleo venezolano, un día después de incautar un petrolero sancionado frente a la costa de ese país.
