Las Fuerzas Militares de Estados Unidos ejecutaron el lunes un ataque contra una presunta embarcación vinculada al narcotráfico en el océano Pacífico oriental, con un saldo de dos personas muertas, informó el Comando Sur de EE.UU. (SOUTHCOM).
De acuerdo con un mensaje publicado en la red social X, el ataque ocurrió el 29 de diciembre bajo la dirección del secretario de Defensa, Pete Hegseth, y fue realizado por la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear. SOUTHCOM señaló que la embarcación era operada por “Organizaciones Terroristas Designadas” y se encontraba en aguas internacionales. Ningún integrante del servicio estadounidense resultó herido.
El operativo forma parte de la campaña denominada Operation Southern Spear, mediante la cual el Gobierno del presidente Donald Trump asegura buscar frenar el tráfico de narcóticos. Según cifras oficiales, al menos 107 personas han muerto hasta ahora en ataques contra embarcaciones sospechosas como parte de esta estrategia.
La administración estadounidense ha clasificado a las personas fallecidas en estas operaciones como “combatientes ilegales” y sostiene que cuenta con la facultad de ejecutar ataques letales sin revisión judicial, con base en una determinación clasificada del Departamento de Justicia.
El ataque del lunes se suma a otro ocurrido el pasado 22 de diciembre, cuando fuerzas estadounidenses atacaron una “embarcación de bajo perfil” que presuntamente transportaba drogas en la misma región del Pacífico. Estas acciones han provocado un mayor escrutinio por parte de algunos legisladores en el Congreso de EE.UU., así como críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos.
La ofensiva militar ocurre pocos días después de que Trump afirmara que Estados Unidos destruyó una “gran instalación” como parte de una campaña de presión contra Venezuela, que incluye un amplio despliegue naval y militar en el Caribe, así como un bloqueo a petroleros sancionados. El mandatario aseguró que se produjo “una gran explosión” en un muelle utilizado para la carga de drogas, aunque hasta ahora no se han reportado en Venezuela daños a una instalación de gran escala como los descritos por el presidente.
En días recientes, Trump evitó precisar cuál es su objetivo final en Venezuela, aunque volvió a insinuar la posibilidad de ataques terrestres y declaró que sería “inteligente” que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, renunciara.
Por su parte, Maduro ha condenado de manera reiterada el despliegue militar estadounidense en el Caribe y ha acusado a Washington de llevar a cabo una campaña de “terrorismo psicológico” contra su país. En respuesta al anuncio de un “bloqueo total” a petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela, la Asamblea Nacional venezolana aprobó la semana pasada una ley que contempla penas de hasta 20 años de prisión para quienes apoyen lo que denomina “piratería” o “bloqueos”.





