La inesperada inclusión del cantante Ed Sheeran como jugador inscripto de manera profesional en el Ipswich Town, el equipo del que es hincha y accionista menor, sorprendió al mundo del fútbol. Aunque todo indica que no se trata de una decisión deportiva sino simbólica, la noticia reaviva una discusión local reciente: ¿hasta dónde pueden estirarse los límites reglamentarios en favor del marketing o del show? El recuerdo del caso de Spreen en Riestra surge inevitablemente.
El anuncio fue oficializado en redes sociales por el club, cuando presentaron los números que usarán sus jugadores en esta nueva temporada, ahora en Championship, segunda división de Inglaterra, tras una pésima campaña que lo condeno al descenso en la Premier League.
El nombre de la superestrella mundial de la música, aparece junto al de futbolistas profesionales que disputarán la próxima temporada con el equipo del distrito de Ipswich e, incluso, le dieron la camiseta número 17. Sheeran, con 34 años, estaría habilitado para jugar si el club lo desea.
Además de ser un ferviente seguidor del club, el cantante británico posé el 1.4% de de las acciones del club desde hace un año y ofició como patrocinador principal de la camiseta entre 2021 y mediados de 2025. Durante ese período, la casaca azul llevó impreso el logo de su gira mundial +−=÷× Tour, activa desde hace más de tres años y con final previsto para septiembre. Su rol como sponsor acompañó tanto el histórico ascenso del Ipswich Town a la Premier League como el desafortunado rápido regreso a la segunda categoría.
La inclusión no solo causó impacto en Inglaterra. A nivel local, el caso remite de inmediato a lo ocurrido el año pasado con el influencer Iván Buhajeruk, conocido públicamente como Spreen, quien fue inscripto por Deportivo Riestra como integrante del plantel profesional y llegó a disputar un partido oficial ante Vélez. En aquella oportunidad, la AFA su incorporación y habilitó su presencia como titular.
Si bien jugó menos de un minuto, el episodio continúa siendo una mancha para el fútbol argentino, que se recuerda hasta la actualidad. Para muchos, el caso Spreen es considerado como una falta de respeto al profesionalismo. En Inglaterra, la reacción fue más laxa y con cierto tono festivo, aunque tampoco estuvo exenta de críticas.
En ambos casos, se trata de figuras ajenas al fútbol profesional, sin antecedentes competitivos, pero con fuerte llegada al público. Aunque las motivaciones pueden diferir —el vínculo afectivo de Sheeran con Ipswich parece genuino, mientras que el de Spreen se anclaba más a un tema comercial de la marca de bebidas energéticas—, el denominador común es el uso del reglamento para capitalizar una oportunidad de impacto mediático.
Cabe aclarar que, desde 2021, The Tractor Boys mantiene inscripto a Ed Sheeran en la lista oficial de jugadores, siempre con el mismo dorsal, siendo de las camisetas más vendidas del club. La única excepción fue la temporada pasada, en la que el club compitió en la Premier League y no pudo anotarlo por cuestiones reglamentarias impuestas por la organización. Con el regreso a la Championship, la inscripción volvió a ser posible.
Mientras tanto, la noticia se viralizó con reacciones divididas: desde quienes celebraron la ocurrencia hasta quienes advirtieron sobre una tendencia preocupante. Todo indica que, el modelo Riestra, es una tendencia creciente en el mundo del futbol.