Dos jugadores de la selección francesa de rugby fueron imputados formalmente este viernes por la presunta violación agravada de una mujer que los conoció tras un partido amistoso en la provincia argentina de Mendoza el fin de semana pasado.

La fiscal Cecilia Bignert imputó a los franceses Hugo Auradou y Oscar Jegou por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos personas”, tipificación que se le da al delito de violación en Argentina, señaló el ministerio público de Mendoza en un comunicado.

Auradou, de 20 años, y Jegou, de 21, no declararon y quedaron recluidos en un centro de detención transitoria en la capital mendocina (1.000 km al oeste de Buenos Aires), donde habrían ocurrido los hechos en la madrugada del domingo tras jugar contra los Pumas argentinos.

Los acusados permanecerán detenidos hasta la celebración de una vista, prevista en 10 días, para determinar si esperan juicio en prisión o en reclusión domiciliaria, como se espera que pidan sus abogados. para lo cual deberán establecer una residencia en Mendoza.

Martín Ahumada, vocero del poder judicial mendocino, explicó que los acusados deben cumplir con su detención durante el proceso judicial en Mendoza y que no pueden trasladarse a Francia: “Debe ser aquí. Los delitos son territoriales y se cometieron aquí”.

Tras conocerse la imputación, uno de los abogados de la defensa, Germán Hnatow, dijo a periodistas que los franceses, quienes afirman que hubo consentimiento y niegan haber golpeado a la presunta víctima, “se encuentran bien y seguros de su versión”.

“Están tranquilos porque se saben inocentes en la causa, pero por supuesto preocupados de toda esta situación que les ha tocado vivir”, agregó el abogado, que trabajó antes en la unidad de delitos sexuales de la fiscalía.

De su lado, Mauricio Cardello, uno de los abogados de la denunciante dijo a la AFP que el equipo está “conforme con la imputación” pero no descarta “pedir una ampliación”, aunque eso no aumentaría la pena.

“Se puede ampliar en relación a la privación ilegítima de la libertad. Pero no me cambiaría la ecuación: el mínimo de la pena del delito que le imputan es tan alto (ocho años) que absorbería la privación ilegítima de la libertad”, señaló Cardello.

Mientras tanto, los ‘bleus’ se preparan para enfrentar al seleccionado argentino de rugby este sábado en Buenos Aires, tras haberle ganado a Uruguay el miércoles en Montevideo.

El entrenador francés, Fabien Galthie, admitió este viernes en conferencia de prensa en Buenos Aires que este caso afectó al equipo: “Es un cataclismo, un trauma”.

  • Repetición del delito –

Luego de jugar contra los Pumas el sábado, varios jugadores de la selección francesa fueron al bar Beerlin, donde consumieron una gran cantidad de alcohol, según dijo un mozo del lugar que pidió no revelar su identidad. “Se tomaron todo”, contó.

Andrés Civit, dueño del bar, dijo a la AFP que actuaron “como cualquier otra persona de consumo habitual”. “No sé si se emborracharon, no vi a nadie arrastrándose”, añadió.

Natacha Romano, abogada de la denunciante, relató que su clienta conoció a Auradou en otro club nocturno adonde acudieron los jugadores después, ya en la madrugada del domingo, y se fue con él al Diplomatic Hotel.

Tras entrar a la habitación, él “la agarra, la tira en la cama, la empieza a desvestir y salvajemente la golpea”, detalló Romano.

La mujer “tiene marcada la espalda, mordeduras, rasguños, golpes en los pechos, en las piernas y en las costillas”, además de un puñetazo en la cara.

Con “violencia feroz” abusó sexualmente de ella al menos en seis ocasiones, según la abogada. Una hora después entró Jegou y “de forma salvaje comienza con los mismos hechos”, añadió.

Si son hallados culpables, los acusados se enfrentan a hasta 20 años de prisión, aunque la pena a Auradou podría ser mayor porque su imputación incluye la repetición del delito, explicó una fuente de la fiscalía.

  • Descompensación general –

Auradou y Jegou fueron detenidos el lunes en Buenos Aires para evitar que salieran del país y el jueves fueron trasladados a Mendoza.

Ese día, la denunciante fue hospitalizada tras sufrir un trastorno del ánimo llamado “hipotimia” y “una descompensación general del cuerpo producto de todo lo sucedido”, dijo Romano.

“Cuando vio los informes se angustió, entró en un estado de shock total y se desvaneció, sobre todo por las lesiones que mostró la tomografía”, detalló.

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