La evangelización tuvo un papel preponderante en el desarrollo de la historia, la cultura y la educación de la Nueva España, por lo que se ha convertido en uno de los procesos más trascendentes y objeto de estudio de diversas disciplinas antropológicas.

Los investigadores de la Dirección de Estudios Históricos (DEH), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), María del Consuelo Maquívar Maquívar y Jorge René González Marmolejo, y el miembro de la Orden de Frailes Menores, Francisco Morales Valerio, conversaron sobre los “Franciscanos 500 años. Historia cultura, educación y patrimonio cultural”.

En la conferencia, organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del INAH, como parte del ciclo de mesas de análisis “Grandes problemas de la cultura y el patrimonio cultural”, del Seminario Patrimonio Cultural: Antropología, historia y legislación, el investigador de la DEH y coordinador de la actividad, Bolfy Cottom, destacó que la Orden franciscana tiene una historia larga y trascendente en el devenir nacional, por lo que resulta de gran interés su estudio.

Las primeras biografías de san Francisco de Asís, apuntó Maquívar, relatan que, en 1210, el papa Inocencio III autorizó al misionero italiano crear una comunidad religiosa que se llamaría Orden de los Hermanos Menores, la cual estaba compuesta por 11 frailes y él.

Lo novedoso de dicha comunidad, detalló, era que, a diferencia de otras órdenes religiosas, la de los franciscanos no se recluiría en ningún convento, sino que viajaría de poblado en poblado para esparcir su doctrina y, aunado a ello, vivirían en completa austeridad, dos características que no compartían con ningún otro grupo de misioneros.

Gran parte de la información que existe sobre los franciscanos, puntualizó la académica, proviene de crónicas occidentales y documentos históricos como la primera biografía escrita por fray Tomás de Celano, así como del arte pictórico novohispano, dedicado a preservar la vida del santo, donde destaca la serie de 28 pinturas de Giotto di Bondone (1267-1337).

En su intervención fray Francisco Morales, quien participó de manera virtual en la conferencia transmitida por el canal de YouTube de la Coordinación Nacional de Antropología, dijo que otra iniciativa novedosa de la Orden fue introducir cánticos y otros relatos litúrgicos en lengua nahua, los cuales no eran traducciones de textos castellanos, sino que incorporaron conceptos mesoamericanos en la teología cristiana.

Los franciscanos idearon diversas estrategias de enseñanza para la población mesoamericana, como el teatro cristiano en náhuatl, dibujos para recrear la vida de los santos y educación especializada a algunas personas indígenas, con el fin de que realizaran traducciones del castellano a su lengua materna.

“La Divinidad” es uno de los documentos que fueron impresos con ayuda de estudiantes de Tlatelolco, en el que se comparte la espiritualidad de la Orden franciscana con la comunidad indígena.

El también miembro de la Academia Mexicana de la Historia añadió que se compusieron cánticos franciscanos en náhuatl, lo que demuestra que adaptaron la doctrina cristiana a la cultura mesoamericana para que los pobladores indígenas tuvieran una mejor recepción de esta.

Por último, Jorge René González Marmolejo refirió que, para que la evangelización se llevara a cabo, las misiones franciscanas erigieron conventos, en cuyos patios también reverberaba la enseñanza religiosa.

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