Autoridades internacionales de seguridad nuclear investigan la posible contaminación por Cesio-137 en camarones congelados provenientes de Indonesia, lo que ya provocó el retiro de millones de kilos de producto en Estados Unidos.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó que mantiene comunicación con reguladores de Indonesia tras hallarse trazas del isótopo en una planta procesadora de Serang, al oeste de Yakarta. Los primeros indicios apuntan a que el material radiactivo podría provenir de actividades en una fundición de metal ubicada en el mismo complejo industrial o del manejo inadecuado de chatarra.

La empresa exportadora PT Bahari Makmur Sejati (BMS Foods) retiró más de 300 contenedores que ya estaban en camino a puertos estadounidenses. Según registros de aduanas, entre julio y agosto la compañía envió alrededor de 5,5 millones de kilos de camarón a Los Ángeles, Houston, Miami y Savannah.

Medidas en Estados Unidos

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) confirmó la detección de Cesio-137 en contenedores y en una muestra de camarón congelado, lo que derivó en retiros de productos en cadenas como Walmart y Kroger. Esta semana, Tampa Maid Foods LLC amplió la medida a camarones empanizados vendidos bajo diversas marcas.

Ninguno de los productos contaminados llegó al consumidor, aseguró la FDA. Sin embargo, advirtió que otros lotes pudieron procesarse bajo condiciones que favorecieron la exposición. Aunque los niveles detectados rondan los 68 bequereles por kilo, muy por debajo del umbral de 1.200 que implicaría riesgos inmediatos, el consumo prolongado podría representar una preocupación para la salud.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y la Administración Nacional de Seguridad Nuclear de Estados Unidos desplegaron equipos para contener la contaminación y evaluar su alcance.

Posibles causas

Especialistas apuntan a que el Cesio-137 podría provenir del reciclaje inadecuado de antiguos equipos médicos que contenían este material para usos en oncología y tratamientos de sangre.

Steve Biegalski, experto en medicina nuclear del Instituto de Tecnología de Georgia, advirtió que si el Cesio no se elimina correctamente, puede liberarse como una sal fina que se dispersa fácilmente en el entorno.

“Necesita ser rastreado, aislado y limpiado”, subrayó.

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