Con este proyecto se busca degradar las toneladas de bagazo de agave tequilana, para reducir su impacto en la contaminación de agua y suelos.
La Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), preocupada por el mal manejo de residuo agroindustrial de bagazo de agave, puso en marcha una cámara de cultivo de setas rosas en campus Amazcala, cuyo modelo opera de manera autosostenible. Esta unidad es tecnología universitaria, desarrollada por integrantes de este espacio educativo.
La producción del Pleurotus djamor (nombre científico del hongo) surge como alternativa para degradar las toneladas de bagazo de agave tequilana que se originan a nivel nacional y, de esta forma, reducir su impacto en la contaminación de suelos y agua.
“Es una problemática no solo del estado de Guanajuato, sino también de estados vecinos como Michoacán. En Querétaro no producimos bagazo de agave, pero no somos ajenos a los procesos de contaminación por el mal manejo del residuo”, refirió la responsable del proyecto, Dra. Angélica Feregrino Pérez.
Uno de los objetivos de esta investigación – realizada por Byanka Arizbeth Cruz Moreno, estudiante del Doctorado en Ingeniería en Biosistemas- es ampliar la variedad de residuos que se utilizan para producir la seta rosada, pues además del rastrojo de maíz -que es el sobrante principal- se ha experimentado con cebada, pata de sorgo, fibra de coco, poda de jitomate y cascarilla de café.
Debido a sus características de crecimiento, a su adaptación a la climatología del campus Amazcala, ciclos de cultivo cortos y aceptable valor nutrimental, el Pleurotus djamor es una especie comestible adecuada para su propagación y consumo, es por ello que el campus Amazcala provee este tipo de seta al restaurante universitario “Fitacate”, para la elaboración de sus platillos.
“Nosotros trabajamos la parte del cuerpo del hongo, el árbol propiamente, en pequeñas cajas de Petri, ahí se crea nuestro micelio, una vez que este se ve fuerte, no está contaminado y logramos aislarlo, lo alimentamos con semillas de sorgo. Posteriormente, el micelio cubre totalmente estas semillas y volvemos a aislarlo para pasarlo a unas bolsas que ya tienen un sustrato, en las cuales el hongo va a poder generar su fruto. Una vez que crece podemos llegar a una medida adecuada de manera comercial y se realiza el corte, se empaqueta y sale a venta aquí en el campus UAQ”, detalló Byanka Arizbeth Cruz Moreno.
Debido a lo anterior, este proyecto cumple con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, así como aumentar la eficiencia de recursos y promover estilos de vida saludables.
Además, fue apoyado por las convocatorias del Fondo para el Fomento de la Cultura Emprendedora y de Investigación Vinculada a la Atención de Problemas Nacionales, impulsadas por esta Unidad Académica.
En el proyecto participaron: Franco Fernando Franco Pérez, estudiante de Ingeniería Agroindustrial; los ingenieros Nohemí Aguado Rivera y Humberto Raúl Pacheco Sánchez, estudiantes de la Maestría en Biosistemas; la Mtra. Byanka Arizbeth Cruz Moreno, estudiante del Doctorado en Biosistemas y la Dra. Angélica Feregrino Pérez, responsable del proyecto.