Los partidos de derecha y centro-derecha se llevaron la mayoría de las capitales regionales de Brasil en la segunda vuelta de las elecciones municipales de este domingo y obtuvieron un resultado contundente en São Paulo, la mayor ciudad del país, con la victoria de Ricardo Nunes.
Nunes, un candidato de perfil moderado respaldado por el expresidente Jair Bolsonaro, líder de la extrema derecha, ganó la reelección con un 59,35 % de los votos, frente al 40,65 % que recibió el socialista Guilherme Boulos.
El resultado de São Paulo se repitió a lo largo y ancho del mapa de Brasil, donde la mayoría de las capitales se tiñeron de los colores de los partidos de derecha y centro-derecha, algunos bajo el paraguas del bolsonarismo y otros, aliados del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
De las quince capitales que estaban en juego este domingo, la derecha y centro-derecha cantó victoria en trece.
Estas fuerzas ampliaron su poder en la Amazonía y también avanzaron en antiguos reductos de la izquierda, como en algunas capitales del noreste, región más pobre del país, y en la zona metropolitana de São Paulo.
Los candidatos de izquierda apoyados por Lula ganaron este domingo en dos capitales, Fortaleza y Belém, y tuvieron derrotas en otras seis, las más sonoras en São Paulo y Porto Alegre.
El poder municipal en manos de la derecha
El balance final de las elecciones deja solo una de las 26 capitales brasileñas en las que hubo comicios en manos del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.
No obstante, candidatos de otros partidos apoyados por Lula también obtuvieron triunfos importantes, el más destacado, el del centrista Eduardo Paes, que ganó la reelección en Río de Janeiro en la primera vuelta, celebrada el pasado 6 de octubre.
El Partido Liberal (PL) de Bolsonaro tendrá cuatro alcaldes de capitales regionales, mientras que un ramillete de partidos de centro-derecha se llevó la mayoría de las grandes ciudades.
La fuerza con mayor poder municipal, cinco capitales y más de 880 municipios, es el Partido Social Democrático (PSD), una formación de centro-derecha que apoya a Lula en el Congreso y que en estas elecciones tenía tantos candidatos favorables a Lula, como el de Río de Janeiro, como otros bolsonaristas declarados, como el de Florianópolis.
El bolsonarismo se llevó este domingo capitales como Porto Alegre, Cuiabá y Aracajú, además de la joya de la corona: São Paulo, pero tuvo derrotas en seis capitales.
Bolsonaro, que este domingo viajó a Goiânia a apoyar al candidato derrotado Fred Domingues, sacó pecho de los buenos resultados de la derecha a nivel nacional antes del recuento de este domingo.
“Hemos ayudado a partidos de derecha, centro-derecha y hasta de centro. Y (la primera vuelta de los comicios) fue un golpe monumental para la izquierda”, dijo Bolsonaro.
São Paulo, un resultado arrollador
Este domingo se celebraron elecciones en 51 grandes ciudades donde ningún candidato superó la mitad de los votos en la primera vuelta, pero todos los ojos estaban puestos en São Paulo, donde la campaña tuvo tintes de disputa nacional.
Los resultados de São Paulo dieron un triunfo incontestable al actual alcalde, Ricardo Nunes, de 56 años, quien estaba al frente de la gestión municipal desde la muerte de su antecesor, Bruno Covas, en 2021.
Durante la campaña recibió un apoyo tímido de Bolsonaro, en especial durante la primera vuelta, cuando el electorado de extrema derecha estaba dividido por la aparición de un candidato de perfil radical, Pablo Marçal, que fue el tercero más votado.
Tras proclamarse ganador este domingo, Nunes dijo que venció a “todos los extremismos” y garantizó que su gestión huirá del “radicalismo”.
En su discurso, agradeció vehementemente por su apoyo a su principal aliado, el gobernador Tarcísio de Freitas, y solo mencionó a Bolsonaro de soslayo, cuando se refirió al “aporte” que hizo el expresidente al designar a su compañero de fórmula, Ricardo Mello, un coronel de policía en la reserva.
Al margen de la capital regional, la gran mayoría de los municipios obreros vecinos de São Paulo, donde Lula fue el candidato más votado en las elecciones de 2022, quedaron en manos de partidos de centro-derecha y derecha.
Entre ellos, São Bernardo do Campo, cuna política de Lula, donde fue reelegido Marcelo Lima, quien derrotó a un candidato bolsonarista. El único triunfo del PT de Lula en esta región obrera fue el municipio de Mauá.