El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) confirmó la deportación de Leonel Chávez, uno de los dos hermanos mexicanos detenidos el pasado 15 de agosto en un operativo en Norwalk, Connecticut. Su hermano Ricardo permanece bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en un centro de detención en Plymouth, Massachusetts.
De acuerdo con el abogado Anthony Febles, la deportación de Leonel, de 42 años, ocurrió entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. Los hermanos fueron arrestados tras un operativo que generó fuertes críticas por el uso excesivo de la fuerza, tanto de autoridades locales en Connecticut como de la propia presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien lo calificó como una “violación de los derechos humanos”.
En videos difundidos tras la detención, se observa a Leonel siendo sometido de manera agresiva dentro de su camioneta, mientras Ricardo recibe descargas eléctricas con una pistola Taser antes de ser reducido en el suelo.
El DHS señaló que Leonel era un “inmigrante ilegal con cinco deportaciones previas”, aunque registros públicos solo muestran antecedentes por delitos menores. Ricardo, en cambio, no presenta historial delictivo en Connecticut.
La familia denunció que Leonel, quien llegó a Estados Unidos a los 17 años, llevaba décadas trabajando en la construcción, mantenía a su esposa y tres hijos —todos ciudadanos estadounidenses— y era activo en su comunidad e iglesia.
“Es tan lamentable que a una persona que esté haciendo todo bien aquí, aunque esté indocumentado, lo traten como si fuera una basura”, expresó Leonela Chávez, hija del migrante, quien recientemente se graduó como psicóloga en la Universidad de Connecticut.
El caso de los hermanos Chávez ha reavivado el debate sobre el trato a los migrantes en Estados Unidos y la necesidad de reforzar la defensa de los derechos humanos de la comunidad mexicana en el extranjero.