Luis Enrique es el entrenador del momento. Muy reconocido por colegas, jugadores, periodistas y dirigentes, vive su hora de mayor reconocimiento global luego ser campeón de la Champions League este sábado con Paris Saint Germain, luego de vencer con un arrollador 5-0 a Inter en Múnich. El DT ya se había mostrado confiado en la previa de la final y luego demostró su felicidad no sólo por haber alcanzado el máximo titulo a nivel clubes de Europa, sino también sobre las formas.

“No sabía cómo íbamos a ganar, era una final e iba a estar apretado. Esta semana la gente ha estado con un exceso de tensión, pero me ha sorprendido la madurez de los jugadores”, señaló el técnico a la televisión española Movistar.

Y uno de sus principales elogios estuvieron direccionados al rendimiento colectivo y Desiré Dóué, autor de dos goles y una asistencia en Alemania: “Supimos gestionar el exceso de presión y tensión, mis jugadores viven con los celulares y hay tanta excitación alrededor que es difícil jugar un partido tranquilo. Pero nos salió todo perfecto, el Inter es un gran equipo”, señaló. Y con respecto a Dóué, que a dos días de cumplir los 20 años fue elegido el mejor jugador del partido, agregó entre risas: “Es como la generación de Lamine Yamal, para ellos esto es una fiesta, nosotros estaríamos asustados”.

Pero, se sabe, una de las noticias que generó PSG al levantar la Copa fue el contraste en esta última etapa. Luego de apostar por la contratación de futbolistas súper prestigiosos como Ibrahimovic, Neymar, Messi y Mbappé, terminó alcanzando el objetivo con jugadores con menos nombre pero que armaron un bastión colectivo para atacar y defender.

Al mismo tiempo, se conoció hace poco (con la serie de Luis Enrique “No tienes ni p*** idea”) las diferencias que existían entre el conductor y Kylian Mbappé, sobre todo meses antes de que el crack francés emigre a Real Madrid. Arrancó la temporada sin Kylian Mbappé, la estrella hasta hace un año: no se le borró la sonrisa y lo expuso en su documental, en el cual muestra su parte más íntima en el fútbol, pero también tras el golpe familiar. “Sin él seremos mejores. No tendremos un jugador que haga 40 o 50 goles, pero los haremos entre todos”, pronosticó.

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