En un informe, la agencia estadounidense señaló que los cárteles Jalisco Nueva Generación, el de Sinaloa, del Golfo y La Familia Michoacana financian sus operaciones a través del robo de combustible

Las autoridades estadounidenses alertaron desde hace cuatro meses que los cárteles del narcotráfico estarían utilizando a intermediarios mexicanos en la industria gasera y petrolera para contrabandear petróleo robado de Pemex hacia Estados Unidos.

En un informe titulado “Evaluación Nacional de Amenazas por Drogas 2025”, la DEA señaló en mayo que los cárteles Jalisco Nueva Generación, de Sinaloa, del Golfo y La Familia Michoacana financian sus operaciones mediante el robo de combustible. Washington calificó a los tres cárteles como “organizaciones terroristas” en febrero pasado.

Según la DEA, existe un mercado negro en la frontera entre Texas y México, que además de traficar fentanilo y heroína permite el contrabando de petróleo y combustible.

Las autoridades mexicanas aseguraron en julio más de 15 millones de litros de diésel, gasolina y destilado de petróleo que estaban en vagones cisterna varados en las vías del ferrocarril y cerca de una estación de trenes en el estado de Coahuila, limítrofe con Texas.

El histórico decomiso se realizó poco después de que las autoridades mexicanas desmantelaron una red de robo y comercialización ilícita de combustible que operaba en Ciudad de México y los estados de México, Hidalgo y Querétaro, el cual dejó como resultado la detención de 32 personas.

Pemex se ha visto afectada por el robo de combustible durante años. Según los estados financieros, entre 2019 y 2024 la paraestatal perdió unos 3.758 millones de dólares por sustracción de combustible, una práctica que se conoce localmente como “huachicoleo”.

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