Los últimos tres minutos en el juego en Washington fueron una locura: Los Cowboys tuvieron un regreso de patada de 99 yardas, los Commanders contestaron con un pase de anotación de 86 yardas, parecía que el partido se iría al alargue cuando estaban 27-26, pero fallaron el punto extra, patearon corto en la siguiente jugada y Dallas terminó sentenciando el juego 34-26. Una vorágine en tres minutos.

Con este resultado, los texanos se sacudieron una pésima racha de cinco derrotas de manera consecutiva, aunque su récord de 4-7 sigue siendo negativo, mientras que Washington se quedó en 7-5 con tres descalabros al hilo.

Durante los tres primeros cuartos hubo tan sólo 19 puntos, donde lo más destacado fue que el pateador de Dallas, Brandon Aubrey, falló un par de goles de campo; sin embargo, en el último periodo se desataron las ofensivas con 41 unidades entre ambos equipos, siendo los tres minutos finales los más vibrantes del juego.

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