Costa Rica presentó este martes un lote de 13 piezas precolombinas conformado por una ocarina y hachas para agricultura, el cual formaba parte de la enorme colección privada del estadounidense Don C. Miller y que es considerada como la mayor recuperación de bienes culturales hecha por el FBI en el 2014.
El Museo Nacional de Costa Rica recibió de la embajada de Estados Unidos el lote de piezas de gran valor cultural y que poseen características con las cuales los especialistas lograron identificar que son originarias de las culturas precolombinas costarricenses, como por ejemplo las ilustraciones y los colores de la ocarina.
La arqueóloga del Museo Nacional costarricense Cleria Ruiz explicó las características de las piezas, que datan de entre el año 300 y el 1.500, en especial de la ocarina hecha de arcilla y que como peculiaridad presenta los orificios personalizados para que fuera utilizada por una persona zurda.
Las hachas presentan golpes normales por el uso que los indígenas les dieron para labores agrícolas como talar árboles o cortar maleza, detalló.
La directora del Museo Nacional, Grettel Monge, dijo a EFE que esta recuperación demuestra lo importante que es la cooperación internacional y el trabajo conjunto para repatriar bienes culturales y combatir el tráfico internacional de estos objetos.
“Hoy estas piezas regresan a Costa Rica pero no a su hogar porque lamentablemente por el tráfico ilícito se saquearon de manera ilegal y perdieron todo su contexto e información. Esto es parte de la cooperación internacional y de la deuda que hay a nivel internacional en el tema del trafico ilícito y parte de eso se está saldando con esta entrega”, declaró Monge.
Según la información oficial, los objetos fueron sacados de Costa Rica de forma ilegal en una fecha no determinada, y se encontraban en Indiana en la enorme colección del estadounidense Don C. Miller, compuesta por unas 42.000 piezas de diversas partes del mundo, incluidos restos humanos.
El FBI recuperó la colección en el año 2014 y contactó a las autoridades costarricenses que lograron identificar las 13 piezas originarias de Costa Rica. Algunos de los objetos estaban marcados con el nombre del país, lo que hizo más fácil su identificación, pero la mayoría de la colección no tenía registros claros.
La encargada de negocios de la embajada de Estados Unidos en Costa Rica, Jennifer Savage, afirmó que su país seguirá cooperando con Costa Rica en acciones de este tipo y destacó que “la coordinación entre nuestros países para proteger la propiedad cultural interrumpe las redes internacionales ilícitas que, a menudo, se traslapan con otros delitos”.





