El francés Paul Pogba, que en la actualidad integra el plantel de Juventus de Turín, fue condenado a cuatro años de suspensión por el tribunal antidopaje italiano, luego de dar positivo de testosterona en un test realizado el pasado 20 de agosto tras el encuentro entre Udinese y su equipo, lo que confirma la petición de la Fiscalía Antidopaje de Italia (NADO).
Juventus indicó “tomar nota” de la decisión del tribunal, que siguió la petición de la fiscalía contra el mediocampista y campeón del mundo 2018, conforme al Código Mundial Antidopaje. Así, el campeón mundial con su selección en Rusia 2018, que cumplirá 31 años el 15 de marzo, se enfrenta a un escenario complejo, que podría terminar con su carrera.
A pesar de que se especulaba con que la defensa de Pogba, que tiene contrato con el conjunto turinés hasta junio de 2026, hubiese alcanzado un acuerdo para evitar el proceso, la aceptación de la pena que pedía la fiscalía deja en el aire la carrera de un futbolista que regresó a Italia en 2022 procedente del Manchester United.
La revelación del uso por parte de Pogba de la hormona esteroidea más comúnmente encontrada en el cuerpo humano, un contaminante clásico de docenas de productos antienvejecimiento y de musculación, cambió el escenario de la defensa y provocó la denuncia por un suplemento contaminado.
El 11 de septiembre pasado se confirmó el positivo en testosterona a Pogba en una prueba que se le practicó el 20 de agosto en el partido entre el conjunto turinés y el Udinese, que el mediocampista vio desde el banco de suplentes.
Inmediatamente, ese mismo día, el Tribunal Nacional Antidopaje decretó su suspensión, atribuyéndolo la violación de los códigos 2.1 y 2.1 de las Normas Deportivas que sancionan el uso e incluso el intento de consumo de sustancias prohibidas.