En un paso más hacia la conquista lunar, China lanzó este viernes muestras de ladrillos al espacio para someterlas a pruebas en condiciones similares a las de la Luna. Este experimento busca determinar si será posible fabricar estructuras habitables utilizando el propio suelo lunar, una estrategia clave para reducir costos y facilitar la construcción de bases permanentes en el satélite natural.
El lanzamiento, parte del ambicioso programa espacial chino, fue realizado con un cohete que transportó los materiales a la estación espacial Tiangong, situada entre 400 y 450 km sobre la Tierra. Esta misión forma parte de los planes de China para enviar humanos a la Luna en 2030 y establecer una base permanente para 2035.
Ladrillos resistentes para un entorno hostil
Los ladrillos, diseñados por un equipo de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, fueron creados para soportar las duras condiciones lunares, como:
- Temperaturas extremas: de -190 ºC a +180 ºC.
- Radiación cósmica: al no haber atmósfera protectora en la Luna.
- Impactos de micrometeoritos y sismos lunares.
Fabricados a partir de basalto, un material abundante en la Tierra, estos ladrillos son tres veces más resistentes que los convencionales. Además, su diseño tipo Lego permite ensamblarlos sin necesidad de aglutinantes, lo que simplifica su uso en un entorno de baja gravedad y sin agua líquida.
Innovación en construcción lunar
El equipo de investigadores también desarrolló un robot de impresión 3D para construir hábitats directamente en la Luna, utilizando suelo lunar como material base. “El objetivo es aprovechar recursos in situ”, explicó Zhou Cheng, líder del proyecto.
Esta metodología no solo abarata costos al evitar el transporte de materiales desde la Tierra, sino que también abre la puerta a una infraestructura más sostenible para la exploración espacial a largo plazo.
Un esfuerzo global hacia la Luna
El proyecto chino, conocido como Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS), es una iniciativa conjunta con Rusia que cuenta con la colaboración de una decena de países y 40 organizaciones internacionales, incluyendo naciones como Venezuela, Tailandia y Senegal.
La carrera por establecer bases lunares no es exclusiva de China. Otros actores internacionales, como:
- NASA: Con el programa Artemis, que planea regresar humanos a la Luna en 2026, trabaja en el desarrollo de ladrillos impresos en 3D.
- Agencia Espacial Europea (ESA): Ha investigado técnicas para ensamblar ladrillos basándose en el diseño de piezas Lego.
Perspectivas futuras
Para expertos como Jacco van Loon, astrofísico de la Universidad de Keele, fabricar ladrillos directamente en la Luna es una solución práctica y eficiente. “Es mucho más barato usar materiales disponibles in situ que enviarlos desde la Tierra”, señaló.
Con estos avances, China se posiciona como un líder en la nueva era de exploración espacial, allanando el camino para la construcción de bases lunares que podrían ser clave en la exploración de Marte y otros destinos del sistema solar.