Por Redacción / La de Hoy Querétaro
Dos campañas publicitarias recientes protagonizadas por las celebridades estadounidenses Sydney Sweeney y Gavin Casalegno han desatado un acalorado debate en Estados Unidos sobre los límites de la publicidad, la exaltación de ciertos ideales de belleza y las implicaciones sociales y raciales del discurso genético.
El anuncio de American Eagle, titulado “Sydney Sweeney tiene buenos jeans… y los obtuvo de AE”, juega con el doble sentido en inglés de “jeans” (pantalones) y “genes” (genética), lo que fue interpretado por muchos como un guiño a la idea de que la belleza de la actriz —blanca, rubia y de rasgos eurocéntricos— se debe a “buenos genes”.
“N A Z I”, escribió una usuaria en Instagram, mientras que otros ironizaron con frases como “Make Jeans Great Again (MJGA)”, en alusión al eslogan de Donald Trump.
Las críticas escalaron al ámbito político, y el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, respondió con dureza a través de X (antes Twitter):
“Este pensamiento liberal retorcido, imbécil y estúpido es una de las principales razones por las que los estadounidenses votaron como lo hicieron en 2024. Están hartos de estas tonterías”.
Una narrativa repetida
La controversia creció cuando Dunkin’, la cadena de donas y café, lanzó una campaña protagonizada por Gavin Casalegno, en la que el actor afirma en un video: “¿Este bronceado? Genética”, tras recibir sus “resultados de análisis de color” —una técnica que identifica las gamas cromáticas que mejor armonizan con los rasgos físicos de una persona.
Aunque para algunos fue una pieza inofensiva sobre estética, para otros la reiteración de referencias a la genética y la apariencia física en ambos anuncios parece apuntar a una narrativa de “perfección natural”, asociada con ciertos rasgos fenotípicos —blancura, delgadez, armonía facial— que históricamente han sido utilizados para excluir a cuerpos racializados o considerados “no normativos”.
“¿Por qué estamos normalizando los anuncios sobre eugenesia?”, se preguntó un usuario en TikTok. Otro más escribió: “¿Qué pasa con todas estas marcas que hablan de genes y genética?”
Un contexto político cargado
El debate se desarrolla en un contexto político en el que, bajo la segunda administración de Donald Trump, han resurgido políticas migratorias agresivas y discursos de exclusión étnico-racial. Diversas comunidades migrantes han denunciado acciones represivas, redadas y detenciones arbitrarias, muchas veces motivadas por el perfil racial.
Especialistas y activistas han señalado que la exaltación de la “buena genética” en campañas comerciales no es inocente y puede contribuir a la normalización de ideologías vinculadas al determinismo biológico, que históricamente sirvieron de base a movimientos como la eugenesia.
Por su parte, ninguna de las dos marcas ha emitido declaraciones públicas ante la creciente ola de críticas en redes sociales, donde el debate sobre belleza, privilegio racial y publicidad sigue encendido.