Andrés Calamaro abrió este martes su serie de tres conciertos consecutivos en el Movistar Arena de Buenos Aires, dando inicio a la despedida de su 2025 musical con un show cargado de nostalgia, energía y guiños a su propia historia. Ante 15 mil personas, el músico argentino ofreció un recorrido por dos horas de éxitos que abarcaron más de cuatro décadas de carrera, acompañado por invitados y una puesta en escena tan intensa como desconcertante por momentos.

La noche arrancó con “Crímenes Perfectos”, punto de partida de una hilera de clásicos que la audiencia coreó sin pausa al grito de “Olé, olé, olé, Andrés”, conexión emocional que el artista devolvió con versiones extendidas y un sonido sólido junto a su septeto.

Entre el público, Sofía Morinico —quien asistía por segunda ocasión a un concierto del “Salmón”— reconoció disfrutar su música desde niña, aunque consideró “un exceso” las recientes declaraciones del cantante de 64 años, en las que ha simpatizado con el partido español Vox y defendido la tauromaquia. Aun así, confesó seguir “enamorada” del músico. Y en efecto, “Te Quiero Igual” encendió uno de los momentos más vibrantes de la noche.

Maradona, presente cinco años después

En el quinto aniversario luctuoso de Diego Armando Maradona, el público estalló en un cántico espontáneo que Calamaro abrazó con emoción. Amigo del “Diez” e incluso colaborador musical suyo, el cantante dedicó una improvisación sobre “Sin Documentos”:
“No quiero pasar un día entero sin ti, sin Diego”, dijo, desatando una ovación.

La velada cerraría más tarde con un tributo final: una imagen generada con inteligencia artificial mostrando a Maradona brindando junto a íconos fallecidos como Cerati, Spinetta, Iorio, Prodan y el torero Rafael de Paula.

Invitados, solos y una puesta visual polémica

Chano Charpentier (Tan Biónica), Facundo Soto (Guasones) y Patricio Sardelli (Airbag) subieron al escenario para compartir distintas piezas del repertorio. Sardelli dejó uno de los momentos de mayor virtuosismo con un solo de guitarra en “Paloma”, canción que definió como “la mejor del mundo”.

Sin embargo, la producción visual generó desconcierto entre los asistentes: animaciones creadas con inteligencia artificial mostraron el bombardeo de Hiroshima durante “Out Put”, así como fragmentos de Apocalipsis Ahora mientras sonaba “Crímenes Perfectos”, decisiones estéticas que dividieron opiniones.

Una conexión que atraviesa generaciones

Para Mariana Avagnina, presente junto a su hija Sofía Biglieri tras recorrer cientos de kilómetros, Calamaro es “el amor de su vida”. Biglieri añadió que su música funciona como un puente familiar: “A veces es polémico, hay quienes lo quieren y quienes no, pero siempre se hace escuchar”.

Tras esta primera noche en Buenos Aires, Calamaro repetirá funciones este miércoles y viernes. Su último recital del año en Argentina será el 6 de diciembre en La Plata, antes de viajar a Chile para presentarse el 13 de diciembre en Santiago.

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