Los Dallas Cowboys están mal y de malas al ser derrotados por segunda ocasión en su propia casa ante sus fanáticos 25-28 frente a los Ravens de Baltimore, quienes consiguen su primer victoria de la temporada en el AT&T Stadium.
El final del juego fue dramático, ya que los Cowboys despertaron tarde en el encuentro, pero lograron venir de atrás de un marcador de 15-28 y ponerse con posibilidades en el cierre del juego de empatarlo para mandarlo a tiempo extra o de darle la vuelta, pero al final Lamar Jackson consiguió terminarse el tiempo restante para no volverle a prestar el balón a los pupilos de Mike McCarthy.