Jair Bolsonaro, detenido preventivamente por orden del Supremo Tribunal Federal, será mantenido en una ‘Sala de Estado’ dentro de la sede de la Policía Federal en Brasilia. El espacio, de unos 12 m², está destinado a autoridades y figuras públicas. Incluye cama individual, baño privado, aire acondicionado, refrigerador pequeño, armario, mesa, silla, ventana y televisión. Tendrá atención médica permanente debido a sus problemas de salud.
El juez Alexandre de Moraes autorizó visitas solo con permiso judicial. Bolsonaro fue trasladado desde su residencia, donde cumplía prisión domiciliaria por incumplimiento de medidas cautelares en la causa por intento de golpe. La orden de detención preventiva se basó en riesgo concreto de fuga y amenaza al orden público. Esta detención no marca el inicio formal de la ejecución de la condena de 27 años, pendiente de resolución definitiva de recursos.
