El expresidente brasileño Jair Bolsonaro afirmó este sábado que la derecha está unida en Brasil, ante miles de simpatizantes que lo aclamaron como un “mito” y pidieron su regreso al poder pese a que el líder ultraderechista fue condenado a ocho años de inhabilitación política.
El principal líder de la ultraderecha en Brasil destacó la unidad de los sectores conservadores en el país pese a su derrota en las presidenciales de 2022, vencidas por el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, y a la detención de miles de sus simpatizantes por los ataques vandálicos contra las sedes de los tres poderes el 8 de enero de 2023 en un intento de golpe de Estado.
“El futuro nos espera y vale la pena cualquier sacrificio por nuestra patria. La derecha, que está unida, quedará más fortalecida después de este evento”, afirmó Bolsonaro ante unos 3.500 asistentes a la quinta edición de la versión latinoamericana de la Conferencia de Política de Acción Conservadora (CPAC), el considerado mayor movimiento de la derecha mundial.
Y unidos, agregó, “podemos redirigir el destino de esta nación. No solo podemos como lo haremos. Estoy seguro de que juntos lograremos ese objetivo. No tengo ambición por el poder, pero sí una obsesión por nuestro Brasil”.
El capitán de la reserva del Ejército, que dijo estar dispuesto a conversar sobre cualquier asunto con la prensa que lo critica y lo censura, se abstuvo de hacer referencias en su pronunciamiento al proceso por el desvío de unas joyas obsequiadas a la Presidencia por las que fue imputado el jueves y a las condenas que le impiden ser candidato en las presidenciales de 2026.
El diputado Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del exmandatario y organizador de la CPAC, aseguró que la masiva presencia al evento muestra que la derecha no se dobla a la censura porque quiere volver al poder.
“Su presencia muestra que no tienen miedo de los que quieren callarnos y que este encuentro será un divisor de aguas. Vamos a volver a casa para reverberar esta ola porque volveremos al poder”, dijo el parlamentario.
La ex primera dama Michele Bolsonaro, que algunos sectores de derecha señalan como posible candidata presidencial en caso de que su marido continúe impedido, afirmó que el regreso al poder pasa por las elecciones municipales de este año, en las que “elegiremos el mayor número de alcaldes y concejales”.
El anfitrión de la cita y gobernador del estado de Santa Catarina (sur), Jorginho Mello, un líder incondicional de Bolsonaro, fue el más enfático en defender su regreso al poder pese que ninguno de los asistentes mencionó un posible proyecto de ley para que se le conceda una amnistía.
“Si Dios quiere en 2026 tendremos de nuevo a Jair Bolsonaro como presidente de Brasil”, dijo antes de incitar a los participantes a proseguir con los cánticos en los que pidieron “Vuelve Bolsonaro”.
El exministro de la Presidencia Onyx Lorenzoni afirmó que mientras que la izquierda tiene 40 años de historia en la disputa por el poder en Brasil, el bolsonarismo tan solo tiene siete años, y por eso tiene que tener persistencia y paciencia para planear su vuelta.
Lorenzoni se refirió al fortalecimiento de la derecha en todo el mundo, con victorias electorales en el Parlamento Europeo y en países como Italia, Francia y Holanda, y dijo que le llegó nuevamente el turno de Brasil.
Igualmente citó la victoria electoral en Argentina del presidente Javier Milei, principal invitado a la cita de la derecha en Brasil y que participará el domingo en la clausura de la conferencia, y, en referencia a uno de los eslogan del líder libertario, afirmó que “vamos a volver en Brasil, carajo”.
Pese a que nadie hizo mención a los ataques antidemocráticos del 8 de enero del año pasado, por los que Bolsonaro es investigado como posible instigador, la diputada Bia Kicis se refirió a los bolsonaristas condenados por el intento de golpe de Estado como “perseguidos políticos”.