Biden recalcó que, según dijo haber aprendido de su padre, “el silencio es complicidad”. “Yo rechazo quedarme en silencio”, señaló a representantes de la comunidad judía en Estados Unidos, a quienes les mostró su confianza en que “hay una oportunidad de acabar esto de forma que sea muy difícil que se repita”.

“Estamos trabajando de cerca con nuestros socios en Israel y alrededor del mundo. Mi compromiso con la seguridad de Israel y con la seguridad de la población judía es inquebrantable”, añadió el presidente. Recalcó también que Estados Unidos ha enviado al país expertos para ayudar en la recuperación de rehenes.

El ataque sorpresa de Hamás, que dio comienzo el sábado a una guerra que continúa registrando fuertes intercambios de fuego, ha dejado ya un saldo de al menos 1.200 muertos en Israel y más de 2.900 heridos. Del lado gazatí, el Ministerio de Sanidad palestino registra 950 muertos y al menos 5.000 heridos.

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