Belén vivió este miércoles una Navidad festiva tras dos años marcados por la guerra en Gaza, mientras en el Vaticano el papa León XIV celebró la primera misa de Nochebuena de su pontificado y reiteró su llamado a la paz mundial.
Desde la basílica de San Pedro, ante cardenales, obispos, diplomáticos y unos seis mil fieles, el pontífice centró su homilía en un mensaje de caridad y esperanza frente a los desequilibrios de una “economía distorsionada”. El Papa anunció que este jueves renovará su exhorto a la paz durante la bendición “Urbi et Orbi”, luego de haber solicitado el martes por la noche una tregua global por Navidad, lamentando que Rusia no atendiera el llamado en el conflicto con Ucrania.
En Belén, ciudad donde la tradición cristiana sitúa el nacimiento de Jesucristo, las celebraciones habían sido reducidas en los últimos dos años por el conflicto en Gaza, iniciado tras el ataque del movimiento islamista Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023. Este año, con una frágil tregua en la Franja, las festividades retomaron fuerza en la ciudad de Cisjordania.
Cientos de fieles participaron en el desfile del grupo scout salesiano por la calle de la Estrella y se concentraron en la Plaza del Pesebre, donde un gran árbol navideño fue instalado junto a la Iglesia de la Natividad. Villancicos y celebraciones devolvieron el ambiente festivo a la ciudad, mientras residentes y visitantes destacaron el regreso de la Navidad tras la pausa obligada por la guerra.
Al llegar la medianoche, la Iglesia de la Natividad se llenó para la tradicional misa del Gallo. El patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, pronunció una homilía centrada en la paz, la esperanza y la renovación, subrayando que la Navidad invita a superar la lógica del poder y la dominación para reencontrarse con el amor, la solidaridad y la justicia.
El retorno paulatino de peregrinos y turistas fue señalado como clave para la reactivación económica de Belén, cuya economía depende en gran medida del turismo religioso. Visitantes internacionales destacaron el valor simbólico de celebrar la Navidad en la ciudad santa en medio de un contexto regional aún marcado por la violencia.
En otros puntos de Medio Oriente, como Siria, las celebraciones navideñas se realizaron bajo estrictas medidas de seguridad, mientras que en países como Australia el ambiente estuvo marcado por la conmoción tras un reciente atentado antisemita.
A pesar de los conflictos y la incertidumbre, millones de cristianos en el mundo celebraron la Navidad como una fecha de reunión familiar y esperanza, en contraste con un escenario internacional aún atravesado por la guerra y la tensión.






