Pasaron 30 años desde que dos trabajadores, uno francés y otro inglés, excavaron a través de un muro submarino y se encontraron por primera vez en lo que se convertiría en el Túnel del Canal, uniendo Europa continental con el Reino Unido por vía terrestre.
Aunque la idea de hacer lo mismo entre África y Europa no es nueva, hay un nuevo impulso de que podría hacerse, uniendo ambos continentes mediante un enlace ferroviario de alta velocidad para 2030.
Es una propuesta espectacular tanto para los turistas como para los negocios. El diario británico Independent informa que el plan podría unir la red ferroviaria de alta velocidad de España con la ruta ferroviaria marroquí Al Boraq de 320 km/h que se estrenó en 2018. Se trata de un trayecto que podría llevar a los turistas desde la capital española, Madrid, hacia el sur hasta Algeciras -crucialmente pasando por debajo del Estrecho de Gibraltar, un tramo de agua de 28 kilómetros- antes de pasar por Tánger, Rabat y finalmente alcanzar Casablanca.
La idea surgió en los años setenta, se barajó seriamente en los ochenta pero luego se vino abajo oficialmente cuando sobrevino la crisis financiera. Se reinició gracias a un estudio de viabilidad de 2,5 millones de dólares realizado por el gobierno español en 2023, pagado por una parte de la financiación europea que analizaba la recuperación económica de la UE, tras la pandemia.
Se cree que la línea podría costar unos 6.500 millones de dólares, pero los problemas reales de semejante proeza de ingeniería podrían complicar las cosas, y no sólo financieramente, porque en su punto más profundo, el Estrecho de Gibraltar tiene 900 m de profundidad y hay actividad sísmica regular en la falla geológica Azores-Gibraltar.
Sin embargo, si es posible, tiene sentido para el turismo. Marruecos es, por lejos, uno de los países más visitados por los europeos con destino a África, parte debido a su proximidad a las costas europeas, y el turismo aporta el 9% del PIB marroquí. Los datos de 2024 de Statista muestran que Marruecos ocupó el segundo lugar como país africano más visitado por llegadas internacionales en 2022 (por detrás de Egipto, y por delante de Túnez y Sudáfrica) con 10,9 millones de llegadas.
También es actualmente un gran destino para cualquiera que busque valor. Lonely Planet incluyó a Marruecos en su lista “Best In Travel” para 2024 por cómo se hizo un hueco en el circuito mundial del surf, además de nombrar sus espectaculares atracciones turísticas, como el Jebel Toubkal, la montaña más alta del norte de África, situada en el Alto Atlas marroquí, y los paseos en camello por las dunas de Erg Chebbi, en el desierto de Merzouga.
The Times nombra a Marruecos como uno de los destinos vacacionales con mejor relación calidad-precio para 2024 y cataloga a Marrakech como el destino todo incluido más barato fuera de Europa en 2023, y The Telegraph valora su excelente red de trenes y aboga por utilizar Agadir, junto a la playa, como base para investigar los alrededores por sólo 22 dólares al día.
Según un informe, hasta 12,8 millones de pasajeros podrían utilizar esta ruta ferroviaria cada año y el comercio de mercancías entre África y Europa podría subir hasta 13 millones de toneladas.
Los detractores del Túnel del Canal afirman que, 30 años después, no sirvió para acercar a la UE y al Reino Unido, citando el Brexit, pero es innegable que llevó a millones de turistas bajo los 22 kilómetros de agua que hay debajo del Canal de la Mancha: hoy en día representa el 25% del valor de las mercancías que viajan entre Francia e Inglaterra y, desde su creación, “el Chunnel” permitió que 500 millones de personas y más de 102 millones de vehículos viajen a través de él.
Un factor adicional sería que esta ruta ferroviaria submarina africano-europea permitiría a los entusiastas del deporte acudir a la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA 2030 utilizando el tren entre las tres naciones anfitrionas, Portugal, España y Marruecos, de una forma más rápida y mucho más respetuosa con el medio ambiente.