El principal asesor del presidente ucraniano, Mijailo Podioliak, aclaró su postura al ministro de Defensa, Rustem Umerov, de sancionar a aquellos ucranianos residentes en el exterior que hagan “oídos sordos” al llamado para unirse a las Fuerzas Armadas. “Unirse al Ejército es lo correcto”, aseveró.
“Aquí el ministro tiene toda la razón”, ha dicho Podoliak, quien defendió la necesidad de hacer que todos los ucranianos “sean iguales” y que cualquiera “asuma alguna responsabilidad de lo que está sucediendo en el país”.
No obstante, ha señalado que cualquier medida en este sentido debe ser consensuada entre el Estado Mayor, el Ministerio de Defensa, e incluso otras carteras como la de Asuntos Exteriores, y los gobiernos de otros países.
“Esto debería ser consultado con los gobiernos de los países en los que se encuentran nuestros hombres”, ha dicho. Entre otras sanciones, se ha planteado reclamar a esos Estados que retiren a los ucranianos que se niegan a ser reclutados el permiso de residencia o las prestaciones sociales que reciban.
En la víspera, el ministro de Defensa planteó la posibilidad de reclutar a los ucranianos que residen en el exterior, dejando además la puerta abierta a sanciones en caso de que estos no se presentaran en los centros de reclutamiento.
Ante la repercusión de este anuncio, el Ministerio de Defensa emitió posteriormente un comunicado subrayando las palabras de Umerov, insistiendo en la “invitación” a los ucranianos que residen en el exterior, pero aclarando que las posibles sanciones “no están ahora en la agenda”.
“El país sigue necesitando la implicación de todos los ciudadanos que puedan alistarse en el Ejército (…) ¿Has oído hablar de la guerra en Ucrania? Entonces considérate invitado. Ve. Vayan, como todos aquellos que ya hicieron fila en el cuartel general militar en febrero de 2022″, decía el comunicado de Defensa.