Una investigación federal sobre apuestas ilegales y amaños deportivos condujo al arresto de 31 personas, entre ellas el entrenador de los Portland Trail Blazers, Chauncey Billups, y el exjugador de la NBA, Damon Jones. Las autoridades sostienen que ambos participaron en un esquema nacional de póker amañado dirigido por miembros de la mafia de Nueva York, conocido como La Cosa Nostra.

La llamada Operación Royal Flush reveló una red de corrupción que combinaba crimen organizado, tecnología avanzada y la participación de figuras deportivas para atraer víctimas adineradas. Según el fiscal federal Joseph Nocella Jr., los acusados empleaban mesas de póker modificadas con cámaras de rayos X, barajadoras alteradas y señales codificadas para garantizar su victoria.

Las partidas eran monitoreadas con cámaras ocultas en las lámparas y el fieltro, mientras un operador externo transmitía en tiempo real quién tenía la mejor mano. Esa información llegaba a un jugador dentro de la mesa —conocido como el Conductor— que comunicaba a sus cómplices mediante gestos o toques de fichas.

Los fiscales indican que los acusados usaban incluso lentes especiales para leer marcas invisibles en las cartas y bandejas electrónicas de fichas para analizar las manos. Las víctimas fueron despojadas de más de 7 millones de dólares en partidas celebradas en Manhattan, Miami, Las Vegas y los Hamptons.

Billups y Jones, apodados Face Cards, servían para legitimar las partidas ante nuevos jugadores. La fiscalía asegura que su presencia buscaba atraer a empresarios y celebridades, quienes eran manipulados para seguir apostando.

Las acusaciones también alcanzan al jugador de los Miami Heat, Terry Rozier, señalado de compartir información privilegiada sobre partidos de la NBA para favorecer apuestas. Su abogado negó los cargos y acusó a los fiscales de basarse en “fuentes poco creíbles”.

La investigación vincula a cuatro de las cinco familias mafiosas de Nueva York —Bonanno, Gambino, Lucchese y Genovese— en la operación. Cada una mantenía sus propios juegos amañados y recibía parte de las ganancias.

Las autoridades documentaron casos de violencia y extorsión contra víctimas que no pagaban sus deudas. Uno de los organizadores, Zhen Hu, fue acusado de agresión física y robo armado para recuperar dinero de las apuestas. Permanece detenido en Nueva York a la espera de juicio.

“Su racha ganadora terminó”, declaró el fiscal Nocella. “Violar la ley es una apuesta perdida”.

La NBA confirmó que Billups y Rozier fueron puestos en licencia inmediata mientras revisa las acusaciones. El FBI calificó el caso como uno de los golpes más amplios contra la red mafiosa en décadas, al reunir en una sola acusación a cuatro de las principales familias del crimen organizado en Estados Unidos.

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