El jefe del gobierno alemán Olaf Scholz prometió el sábado una investigación “exhaustiva” tras la difusión desde Rusia de una conversación militar confidencial sobre la entrega de armas a Ucrania. La información publicada constituye “un asunto muy grave y es la razón por la que es objeto de una investigación muy minuciosa, muy exhaustiva y muy rápida”, declaró Scholz, en Roma, donde asiste a un congreso de los socialistas europeos.
La directora del canal estatal ruso RT, Margarita Simonyan, publicó el viernes una grabación de audio de 38 minutos que, según ella, es un extracto de una conversación entre oficiales alemanes sobre un eventual bombardeo en Crimea. En la conversación, se trata la posibilidad de que el ejército ucraniano utilice misiles Taurus, de fabricación alemana, y sobre su potencial impacto.
También se habla de eventuales blancos de ataque, como el puente que conecta la península de Crimea, ocupada por las fuerzas de Moscú, con Rusia, sobre el estrecho de Kerch. La península de Crimea fue anexionada en 2014 por Moscú.
“Según nuestra evaluación, una conversación en la división de la fuerza aérea fue interceptada. En este momento no podemos decir con certeza si se hicieron cambios en la versión grabada o transcrita que está circulando en las redes sociales”, dijo una portavoz del Ministerio de Defensa alemán.
Expertos consultados por la revista alemana Der Spiegel afirmaron que creen que la grabación es auténtica. Según el semanario, la videoconferencia tuvo lugar a través de la plataforma pública WebEx, y no de una red interna ultrasegura de la Luftwaffe.
Ucrania lleva tiempo pidiendo que Alemania le suministre misiles Taurus, que tienen un alcance de hasta 500 kilómetros. Hasta ahora, Olaf Scholz se ha negado a enviar esos proyectiles, temiendo una escalada en el conflicto.
En la grabación, los participantes también mencionan detalles sobre el suministro y el uso de misiles de largo alcance Scalp que Francia y Reino Unido comenzaron a entregar a Ucrania el año pasado. Esta parte de la conversación es una de las que más compromete al gobierno alemán, ya que revela secretos de países aliados.
La cadena de televisión pública ARD tachó la filtración de “catástrofe” para los servicios secretos alemanes, acusados de ligereza en sus medidas de seguridad.
“Si esta historia se confirma, sería muy problemática”, declaró el presidente de la comisión parlamentaria alemana de control de los servicios secretos, Konstantin von Notz, al canal RND. “Hay que preguntarse si se trata de un incidente aislado o de un problema de seguridad estructural”, añadió.
Roderich Kiesewetter, experto en cuestiones de Defensa del principal partido de la oposición conservadora, la CDU, alertó que podría haber más filtraciones.
“Seguramente se han interceptado muchas otras conversaciones y podrían ser filtradas más tarde en beneficio de Rusia”, dijo a la cadena ZDF.
Según él, cabe pensar “que la conversación fue filtrada deliberadamente por Rusia en este preciso momento con una intención específica”, que sería “evitar que Alemania le suministre los Taurus” a Ucrania. La portavoz del Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Maria Zajárova, pidió “explicaciones rápidas” a Alemania sobre este asunto. “Cualquier intento de evitar responder a las preguntas se considerará como una admisión de culpabilidad”, afirmó.
El jefe de la diplomacia rusa Serguéi Lavrov, en visita a Turquía, afirmó que lo ocurrido demuestra “que el bando de la guerra en Europa sigue siendo muy fuerte”. Y el número dos del consejo de seguridad ruso, Dmitri Medvedev, destacó en su cuenta Telegram que “los alemanes, nuestros rivales de toda la vida, vuelven a ser nuestros enemigos jurados” y preparan lanzamientos de misiles para atacar “la patria” rusa.