Alemania se colgó este viernes su cuarto bronce del fútbol femenino olímpico al vencer 1-0 a la campeona del mundo, España, que regresará a casa con las manos vacías, a pesar de su favoritismo en su debut histórico en los Juegos Olímpicos.

La mediocampista Giulia Gwinn, de 25 años, marcó de penal el único tanto (65) del partido por el tercer puesto disputado en el estadio de Lyon, donde los pocos asistentes observaron un final dramático.

La capitana española, Alexia Putellas, tuvo la chance de igualar el juego en el último minuto, en un tiro desde los once pasos, pero la guardameta alemana Ann-Katrin Berger atajó su disparo.

Las campeonas en los Juegos de Rio de Janeiro-2016 dieron una nueva bofetada a la Roja, ya golpeada por la contundente caída contra Brasil (4-2) en semifinales, y sumaron su quinto metal en las justas: el dorado en Rio y los terceros puestos en Sídney-2000, Atenas-2004, Pekín-2008 y ahora París-2024.

Sin chances de oro, por el que pugnarán Estados Unidos y Brasil el sábado, Montse Tomé dispuso por fin desde el inicio de la alineación ofensiva que muchos deseaban: las Balón de Oro Aitana Bonmatí y Alexia Putellas, Jenni Hermoso, Athenea del Castillo y Salma Paralluelo.

Pero las campeonas del mundo y de la Liga de Naciones de Europa tuvieron pocas opciones de anotar frente a unas alemanas defensivas que celebraron el regreso de dos de sus referentes, bajas en la derrota contra Estados Unidos (1-0) en semis: las delanteras Alexandra Popp y Lea Schüller.

La capitana Popp, campeona olímpica en la ‘cidade maravilhosa’, fue titular en el once dispuesto por Horst Hrubesch, plata con el seleccionado alemán masculino en Rio.

Pero tuvo todavía menos protagonismo que sus pares españolas, mucho más despiertas en el epílogo de la primera parte cuando Bonmatí estrelló un disparo en el travesaño (43).

Tras volver de los vestuarios, España mantuvo el impulso con el que acabó el primer tiempo, aunque echando en falta mucha más profundidad.

Paradójicamente, en un balón largo que parecía estéril, Alemania encontró su salvavidas con un nuevo error de la portera española Cata Coll, quien derrumbó a Gwinn dentro de las 18 y originó un penal.

La centrocampista del Bayern Múnich cobró el tiro a la izquierda de la arquera del FC Barcelona, que voló en dirección contraria.

La ‘1’ tuvo revancha minutos después (71) al atajar un mano a mano de la revulsiva Schüller, una acción que mantuvo viva hasta último momento la esperanza ibérica de no irse en blanco de París-2024.

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