Agricultores de la región española de Cataluña (noreste) volvieron a movilizarse este martes, bloqueando con sus tractores algunas carreteras y accesos a infraestructuras para protestar por las dificultades que padece el sector.

Llegados de diversos puntos de la región, varios centenares de tractores se congregaban en uno de los accesos al puerto de Tarragona, situado unos 100 km al sur de Barcelona, por el momento sin incidentes.

Más al norte, cerca de la frontera con Francia, los manifestantes consiguieron bloquear un tramo de la transitada autopista AP-7 a la altura de Pontós (Girona), cortando el paso con sus tractores y levantando barricadas, algunas con vegetación ardiendo, según mostraron los medios locales.

A las puertas del mercado mayorista Mercabarna, algo más de una decena de tractores bloqueaban también pacíficamente uno de los accesos.

La movilización de este martes, distribuida en varios puntos de esta región de ocho millones de habitantes, pretende centrar las protestas, entre otros, contra “la competencia desleal” de productos procedentes de territorios que “no cumplen los estándares europeos”, según un comunicado de la organización catalana Unión de Pagesos, una de las principales convocantes.

Al igual que los últimos días, los manifestantes claman también contra el exceso de burocracia, así como lo que consideran una protección insuficiente a un sector en dificultad.

Los agricultores catalanes ya dieron una demostración de fuerza la semana pasada, cuando casi un millar de tractores marcharon por Barcelona, la segunda ciudad de España, para llevar sus reivindicaciones ante el gobierno regional.

En el resto del país, donde también se han registrado movilizaciones durante los últimos días, se espera que la convocatoria más potente sea este miércoles, cuando varias organizaciones agrarias han llamado a nuevas protestas. Igualmente, está prevista una manifestación el 21 de febrero ante el Ministerio de Agricultura en Madrid.

Al igual que sus colegas en otros países europeos que también se han manifestado, los agricultores y productores de ganado españoles se quejan de la burocracia y complejidad de las normas europeas, así como de los precios bajos a los que venden sus productos y de la competencia, que consideran desleal, de los productos extranjeros.

España, a menudo descrita como la “huerta de Europa”, es el primer exportador europeo de frutas y hortalizas, pero su sector agrario atraviesa dificultades, debido sobre todo a la sequía que asola el país desde hace tres años.

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