Valencia, España.— Un incidente ocurrido el pasado miércoles a bordo del vuelo VY8166 de Vueling, con destino a París Orly, ha generado controversia internacional luego de que el ministro israelí de la Diáspora, Amichai Chikli, denunciara que un grupo de jóvenes judíos fue discriminado por cantar canciones en hebreo.
Sin embargo, tanto la aerolínea como la Guardia Civil española han ofrecido una versión muy distinta de los hechos.
De acuerdo con fuentes oficiales, los adolescentes —menores de edad y acompañados por monitores— habrían generado un fuerte alboroto dentro de la cabina, lo que obligó al piloto a salir personalmente para intervenir. Según el reporte, los pasajeros interrumpieron la demostración obligatoria de seguridad y manipularon indebidamente material de emergencia, a pesar de varios llamados de atención del personal.
Tras repetidos avisos y ante la persistencia del comportamiento disruptivo, la tripulación activó el protocolo de seguridad y solicitó la intervención de la Guardia Civil, que se hizo presente una vez que el avión volvió a la terminal en el aeropuerto de Valencia.
Ya en tierra, el grupo mantuvo una actitud que las autoridades calificaron como “agresiva”, lo que llevó a que una de las monitoras fuera esposada de forma temporal. Fue liberada poco después sin cargos.
Ante las acusaciones de antisemitismo, Vueling negó tajantemente que el desalojo estuviera motivado por cuestiones religiosas y aseguró que la decisión respondió únicamente a “un comportamiento que comprometía la seguridad del vuelo y de todos los pasajeros a bordo”.
“En Vueling rechazamos categóricamente cualquier forma de discriminación sin excepciones”, afirmó la aerolínea en un comunicado, subrayando que respeta plenamente la expresión religiosa de todos sus pasajeros.
La compañía también lamentó lo ocurrido y agradeció la comprensión de los viajeros que resultaron afectados por la interrupción del vuelo.
El incidente ha desatado un debate en redes sociales y medios internacionales, donde se confrontan acusaciones de discriminación con las versiones oficiales que apuntan a una violación de protocolos de seguridad. Hasta el momento, no se han presentado cargos formales contra los jóvenes ni sus acompañantes.






