El respeto por la memoria histórica y la exhumación de víctimas del franquismo y la Guerra Civil española son temas recurrentes en la obra del dibujante Paco Roca. Con ellos, construye historias locales que abordan problemáticas universales, una capacidad que, según el artista, también podría explorarse en México, como comentó tras su participación en el AdaptaFest Mx.
“México tiene un gran potencial de historias para el cómic. Alguien encontrará temas como el de los pueblos indígenas o las manifestaciones actuales de los maestros —por ejemplo, las marchas multitudinarias de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación— y lo convertirá en una novela gráfica superventas”, explicó en entrevista con EFE.
Hace más de una década, Roca marcó un nuevo paradigma en el cómic español con Los surcos del azar (2013), donde narró la historia de la División Nueve, formada por republicanos españoles durante la Segunda Guerra Mundial. Al adentrarse en historias que cruzaban lo social y lo histórico, descubrió que sus relatos generaban mayor conexión y éxito que los ambientados en lugares como Nueva York o los centrados en superhéroes al estilo Marvel.
“Mis novelas gráficas abordan temas que todos podemos entender y hacer nuestros (…). En diferentes entrevistas me han dicho que en mis cómics reconocen luchas como la mexicana, o, por ejemplo, refugiados ucranianos en Polonia se identifican con mi narrativa sobre su guerra contra Rusia”, reflexiona el autor, de 56 años.
Aunque sorprendido por la buena acogida de su obra en América Latina, Roca continúa encontrando inspiración y demanda: recientemente, su presencia en México incluye charlas y talleres, como el que impartirá este viernes a las 19:00 (GMT -6) en el Centro Cultural de España, sobre la adaptación al cine de La Casa (2015).
“Es muy curioso llegar aquí y descubrir que hay lectores que conectan conmigo viniendo de tan lejos”, comenta, reconociendo que, al crear, no piensa específicamente en lectores de otros países.
Sentimientos como el abandono familiar o la fragilidad de la memoria, especialmente por enfermedades como el Alzheimer, son el núcleo de obras como Arrugas (2007), donde Roca identifica paralelismos no solo con México, sino con muchas otras realidades.
La libertad del cómic
Las novelas gráficas de Paco Roca no solo han dado pie a debates políticos sobre la memoria histórica, sino que también han conquistado a públicos diversos, desde adolescentes hasta “mujeres de 80 años”, lo que para él es prueba de la “gran libertad” que permite este formato.
“Hay que romper ese mantra, ese mito, de que estos temas no interesan al gran público”, subraya.
Ganador del Premio Eisner en 2020 —el máximo galardón internacional del sector—, Roca confiesa que se inspiró en autores como la iraní Marjane Satrapi, reconocida por su novela gráfica Persépolis (2007). “Si hago las cosas como las hago es gracias a otros autores extranjeros que publicaron en España y me mostraron ese camino. Ojalá mis cómics puedan animar a otros”, afirma.
Conocedor de autores mexicanos como Tony Sandoval, creador del cómic Doomboy (2014) —que aborda temas relacionados con la migración—, lamenta que muchas de estas obras terminen orientadas solo al mercado estadounidense o francés, principales consumidores del género.
“Es importante que cada país apueste por tener a sus propios autores y productos; son ellos los que más pueden conectar con su público. Así es como podemos abrir la puerta a lectores que buscan algo diferente a los superhéroes”, concluye.