Aunque el precio base de los nuevos iPhones podría parecer inalterado este otoño, es posible que los consumidores terminen pagando más.

Algunos analistas prevén que Apple elevará el costo de su próxima línea de iPhones, en parte como respuesta a los aranceles impulsados por el presidente de EE.UU., Donald Trump. Según un reporte del Wall Street Journal, la compañía estaría evaluando esta posibilidad.

Esto supondría un inusual incremento para el producto estrella de Apple. No obstante, trasladar el costo de los aranceles directamente al consumidor podría desencadenar la reacción del propio Trump, algo que otras tecnológicas ya han experimentado. Por ello, Apple podría optar por una estrategia más sutil: justificar precios más altos a través de nuevas funciones de inteligencia artificial, mejoras en el hardware, o cobrar adicionalmente por características premium como mayor almacenamiento, según analistas.

Además, se espera que Apple introduzca este año una versión más delgada del iPhone, lo que podría abrir la puerta a una reestructuración de precios en toda su línea. Esta renovación se da en un contexto donde el modelo de entrada se ha encarecido, tras la sustitución del iPhone SE por el nuevo iPhone 16e.

“Cuando hablamos de aumentos, no necesariamente nos referimos a que el iPhone 17 costará más que su predecesor equivalente”, explicó Gil Luria, jefe de investigación tecnológica en D.A. Davidson. “Hay múltiples formas en que Apple puede subir los precios sin hacerlo evidente”.

Apple no ha respondido a las solicitudes de comentarios y, hasta ahora, no ha hecho declaraciones públicas sobre posibles ajustes de precios relacionados con los aranceles.

Un escenario complejo por los aranceles

Apple se encuentra en una situación delicada. Aunque ha intentado trasladar parte de su producción a países como India y Vietnam, la mayoría de los iPhones todavía se fabrica en China. Esto expone a la empresa a los elevados aranceles sobre productos chinos: o bien sube precios o absorbe los costos, lo que reduce sus márgenes.

El CEO Tim Cook estimó que estos aranceles podrían costarle a Apple unos 900 millones de dólares solo en el segundo trimestre de 2025, aunque adelantó que la compañía planea exportar desde India la mayoría de los iPhones destinados al mercado estadounidense.

Actualmente, los teléfonos inteligentes están exentos de ciertos aranceles recíprocos, y el gobierno de Trump anunció un acuerdo comercial provisional con China que reduciría esas tasas por 90 días. Si bien esto ofrece un respiro temporal a Apple y otras tecnológicas, no elimina por completo la presión arancelaria ni la incertidumbre sobre la política comercial estadounidense.

Antes de este acuerdo, Daniel Morgan, gerente senior de cartera en Synovus, había calculado que Apple tendría que subir los precios hasta un 30 % para compensar totalmente el impacto. Eso elevaría el costo del modelo base del iPhone 17 por encima de los 1.000 dólares, frente a los 799 dólares actuales del iPhone 16.

Pese a la tregua comercial, el analista Dan Ives, de Wedbush, afirmó que “ha llegado el momento de un posible aumento de precios”.

Cook, por su parte, ha buscado mantener una buena relación con Trump, asistiendo a su toma de posesión y anunciando una inversión de 500.000 millones de dólares en EE.UU., algo que el expresidente calificó como un logro político.

“El riesgo es político: si suben los precios abiertamente, la narrativa será ‘Apple traslada el costo de los aranceles al consumidor’, lo que genera rechazo”, señaló Morgan.

Incrementos de precio sin levantar sospechas

Una alternativa más viable para Apple sería justificar cualquier alza con innovaciones tecnológicas, como funciones de IA o rediseños de hardware.

No obstante, la compañía ya presentó sus herramientas de inteligencia artificial —denominadas Apple Intelligence— en octubre, poco después del lanzamiento del iPhone 16. La nueva versión de Siri, también prometida, aún no ha llegado.

“La gran pregunta es si los consumidores perciben suficiente valor en esas mejoras como para pagar más”, dijo Morgan.

Según el Wall Street Journal, Apple podría vincular los aumentos de precios a este tipo de innovaciones, aunque los aranceles sigan siendo un factor de fondo.

También se especula con el lanzamiento de un modelo ultradelgado, posiblemente llamado iPhone 17 Air, que competiría en la gama alta con dispositivos como el Samsung Galaxy S25 Edge. Esta estrategia permitiría a Apple replantear los precios de toda su gama.

Otro cambio que podría justificar un ajuste en precios es la incorporación del módem celular propio que debutó en el iPhone 16e, marcando un nuevo paso en el control del hardware.

“Los consumidores aceptarían mejor pagar más si el dispositivo ofrece un diseño más delgado o un cambio estético visible, en lugar de sentir que están pagando por una guerra comercial ajena”, opinó Mike Bailey, director de investigación en FBB Capital Partners.

Luria añadió que Apple también podría aplicar aumentos “menos visibles”, como reducir el almacenamiento gratuito y cobrar más por ampliaciones.

“No es que los consumidores no lo noten, pero no afecta el precio de lista”, explicó. “Apuesto a que Apple está considerando justamente ese tipo de ajustes”.

Aun así, cualquier aumento podría afectar el ritmo de actualizaciones. Las ventas de iPhones han sido más lentas en los últimos años, ya que los usuarios tardan más en renovar sus dispositivos, aunque los ingresos crecieron un 1,9 % interanual en el primer trimestre de 2025.

“Ese es siempre el equilibrio: subir precios sin sacrificar volumen”, concluyó Luria.

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