El expresidente Donald Trump (2017-2021) entró este lunes en la sala del tribunal de Nueva York para prestar declaración como testigo en el juicio civil por fraude empresarial en la Organización Trump, un proceso impulsado por la Fiscalía, que reclama una compensación de 250 millones de dólares, y admitió que “miraba” las declaraciones financieras de su empresa.

El expresidente llegó pocos minutos antes del inicio de la sesión, a las 10:00 hora local (15:00 GMT), siguiendo la tónica de sus apariciones previas: vestido con traje azul y corbata azul, rodeado de sus abogados y con semblante serio, mirando al frente al pasar por la primera fila del público, en que estaba la fiscal Letitia James, por quien Trump no oculta su animadversión.

Una vez llamado el público al orden, el juez Arthur Engoron permitió entrar a los fotógrafos y dijo que quería proceder con rapidez, por lo que llamó a Trump a la silla de los testigos; este caminó despacio, hizo su juramento y se sentó a declarar en apariencia tranquilo.

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