EFE / La jornada de alegatos iniciales del nuevo juicio penal por abusos sexuales y violación en tercer grado contra el magnate del cine Harvey Weinstein se desarrolló este miércoles con la Fiscalía y la defensa esbozando sus argumentos con contundencia y anticipando una ardua batalla legal en las seis semanas que abarcará el proceso.

“El acusado solo quería sus cuerpos y, cuanto más se resistían, más violento se volvía”, aseguró la fiscal adjunta Shannon Lucey al comienzo, al referirse al productor de ‘Pulp Fiction’ en esta sesión celebrada en el tribunal de Manhattan (Nueva York).

Weinstein, cuyas decenas de denuncias en su contra impulsaron el movimiento #MeToo a escala internacional, fue sentenciado en 2020 a 23 años de prisión, también en Nueva York, por las denuncias de dos mujeres a las que supuestamente habría agredido en 2006 y 2013, pero esa condena fue revocada el año pasado por el Tribunal de Apelaciones neoyorquino debido a un error procesal.

“Era su amigo, y ellas amigas con derecho (…) Un casting realizado en un sofá no es la escena de un delito”, replicó su abogado principal, Arthur Aidala, añadiendo que Weinstein mantuvo “relaciones sexuales consentidas” con las tres mujeres que componen este caso y que ellas buscaban su “influencia” porque son “adictas a la fama”.

“Mentir por dinero”

La parte de los alegatos iniciales, que se prolongó unas dos horas tras comenzar con una de retraso por la impuntualidad de uno de los 12 miembros titulares del jurado (siete mujeres y cinco hombres), concluyó con Aidala protagonizando una suerte de ‘performance’ en la que acusó a las víctimas de “mentir por dinero”.

“Demandaron después de que alguien las pusiera en contacto con Gloria Allred, conocida por denunciar a famosos para sacar dinero”, agregó Aidala, polémico abogado que también ha defendido a otras personalidades como el estratega político de ultraderecha Steve Bannon y a Ghislaine Maxwell, la exnovia de Jeffrey Epstein que también fue condenada por tráfico sexual.

Al fondo de la sala, negaba con su cabeza la propia Allred, abogada que defendió a una de las víctimas del primer juicio -y también presente en éste-, además de a otras denunciantes de Weinstein en otros tribunales y del cantante R. Kelly.

“Esto ya ha pasado antes. Si me atacan a mí es porque no tienen más argumentos que poner sobre la mesa. Los tribunales ya lo sentenciaron, así que piénselo muy bien antes de creer a Aidala”, indicó por su parte Allred a las afueras del tribunal durante uno de los recesos de la sesión.La sesión fue seguida con mucha atención por parte de Weinstein que, como acostumbra últimamente, llegó al tribunal en silla de ruedas y luciendo traje de chaqueta, gafas graduadas y barba bien afeitada.

El cofundador de la productora Miramax conversó con sus abogados y no dejó de leer documentos con gran interés, a pesar de que permanece desde hace cuatro días en un hospital de Manhattan tras alegar que su cuadro clínico, leucemia, diabetes y problemas cardíacos, problemas que le facultan para segur su encierro fuera de las prisiones locales.

Una víctima menor de edad

En este nuevo proceso se incluyen las demandas de las dos denunciantes del primer juicio de Nueva York -la asistente de producción Jessica Mann y la aspirante a actriz Miriam Haley-, además de Kaja Sokola, otra víctima que dice haber sido agredida en un apartamento de Manhattan en 2006, cuando tenía solo 16 años.

Sokola, que sería la mujer más joven en sufrir de supuestos abusos sexuales por parte del afamado productor, comenzó a labrarse una trayectoria después de que una agencia de representación la fichara y la compañía de Weinstein la contactara luego para hablar sobre su “potencial actoral”, relató la fiscal Lucey.

El ‘modus operandi’ narrado a continuación, mientras la Fiscalía proyectaba fotografías de Sokola cuando era más joven, era muy similar al de los casos conocidos de Mann y Haley: Weinstein la invitaba a una “reunión de negocios” a solas en un apartamento para catapultar su carrera y entonces se producían los supuestos abusos sexuales.

En el caso de Sokola, cuya identidad fue revelada hoy, al consagrado productor -sus películas ganaron un total de 81 premios Óscar- se le acusa de haberle realizado tocamientos y practicado sexo oral por la fuerza.

La sala del tribunal penal de Manhattan donde se celebró la primera jornada de este nuevo juicio vio cómo sus aproximadamente 90 asientos se llenaban de periodistas -mayoritariamente mujeres-, miembros de la propia corte y personas anónimas.

Shares: