La segunda misión a la Luna de la empresa estadounidense Intuitive Machines finalizó este viernes en fracaso, después de que confirmara que su nave espacial aterrizó de lado en lugar de verticalmente, al igual que en su primer intento el año pasado.
“La misión ha terminado y los equipos siguen evaluando los datos recogidos”, indicó la empresa de Texas en su página web, al explicar que la posición en la que alunizó su nave le impidió recargarse a través de sus paneles solares.
Athena, un módulo hexagonal de 4,8 metros de altura, fue diseñado para probar una serie de tecnologías avanzadas que podrían respaldar futuras misiones lunares tripuladas, incluido un sistema de perforación de hielo, un experimento de red 4G, tres exploradores y un dron saltador, el primero de su tipo.
Varios de estos desarrollos contaban con el soporte de la agencia espacial estadounidense NASA.
Intuitive Machines confirmó este viernes que la nave, que despegó la semana pasada a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, volcó en un cráter, al menos a 250 metros del lugar de alunizaje previsto.
Una foto publicada por la empresa muestra al módulo descansando en una pendiente, con la Tierra visible entre dos de sus patas de aterrizaje separadas, un destino similar al que sufrió en febrero de 2024 Odysseus, su primera nave lunar.
La empresa logró esa vez ser la primera compañía privada en conseguir la hazaña de posarse sobre el satélite natural, pero su aparato acabó inclinado y dañado tras un accidentado descenso.
Nicky Fox, administradora asociada de ciencia de la NASA, consideró este viernes que “cada éxito y contratiempo son oportunidades para aprender y crecer”.
“Utilizaremos esta lección para impulsar nuestros esfuerzos para avanzar en la ciencia, la exploración y el desarrollo comercial mientras nos preparamos para la exploración humana de Marte”, añadió.
La NASA pudo encender el taladro de hielo y moverlo, pero no utilizarlo para los fines previstos.
En un principio, se esperaba que las investigaciones científicas y las demostraciones tecnológicas duraran unos 10 días, y la empresa esperaba captar un eclipse lunar desde la perspectiva de la Luna el 14 de marzo.
Los ejecutivos sugirieron el jueves, cuando el módulo alcanzó la Luna, que los problemas con los altímetros láser de Athena contribuyeron al mal aterrizaje, similar a lo sucedido con Odysseus.
Este último percance de Intuitive Machines se produjo pocos días después de que Firefly Aerospace, su rival de Texas, alunizara con éxito su módulo Blue Ghost en su primer intento.
Estas misiones forman parte del programa de Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS) de la NASA, dotado con 2.600 millones de dólares, que pretende aprovechar la industria privada para abaratar costos y apoyar Artemis, el esfuerzo de la NASA por devolver astronautas a la Luna y, con el tiempo, llegar a Marte.