EFE / La violencia psicológica contra las mujeres es una agresión invisibilizada que afecta a más de la mitad de las mujeres en México y deja secuelas económicas y emocionales a largo plazo, afirmaron este jueves expertas al presentar un estudio organizado por Hispanics in Philanthropy.

La activista Luisa Herze afirmó que las consecuencias de este tipo de violencia permanecen por mucho tiempo con efectos desproporcionados, por lo que a las mujeres se les dificulta reponerse.

“Los efectos son devastadores, son tremendos y duran por mucho rato, las consecuencias y efectos son desproporcionados, las mujeres sienten mucho enojo, miedo, desesperanza, ganas de no vivir, depresión”, explicó en una conferencia de prensa.

Según la Encuesta Nacional de la Dinámica de los Hogares en México, de 2021, 70 % de las mujeres de 15 años y más han sufrido algún tipo de violencia y la violencia psicológica es la más prevalente en México entre las mujeres, al presentarse en el 51,6 % de la población, seguida de la violencia sexual con 49,7 %, que ocurre en la casa y por parte de la pareja.

La violencia psicológica son actos que conllevan a la desvalorización y buscan disminuir o eliminar los recursos internos que una persona posee en su vida cotidiana y tienen que ver con actitudes como acoso y acecho, violencia económica, abuso emocional, aislamiento, infidelidad, celos, mentiras e insultos, abuso físico y emocional a hijas e hijos.

Herze señaló que estas agresiones también dejan huellas físicas, emocionales y económicas en las mujeres, como trastornos del sueño, ideación suicida, diabetes, fibromialgia, migraña, adicciones, ruptura de sus relaciones sociales, problemas económicos y pérdida de patrimonio al tener que abandonar su casa y dificultad para conseguir o mantener un trabajo.

La activista presentó los resultados de la ‘Investigación sobre violencia psicológica en México’ realizado por la asociación Hispanics in Philanthropy en conjunto con organizaciones civiles de Yucatán, Chihuahua, Ciudad de México, Aguascalientes y Chiapas y que incluyó a 35 mujeres sobrevivientes de este tipo de agresión.

María Azucena Morales, una de las víctimas, aseguró que haber vivido violencia psicológica por parte de su pareja marcó su vida y la de sus hijas, pues además sufrió violencia física y dejó su casa.

“Cuando vives una experiencia así, tal vez puedas huir de tu hogar, pero de alguna manera te quedas. Esas acciones no son nada agradables, era como si fueran alfileres que se quedan clavados en tu cuerpo y te congelan, te inmovilizan, pierdes el poder de ti misma dejas de ser una mujer para convertirte en algo que tiene que estar en ese lugar y tiene que seguir”, dijo.

Lydia Cordero, coordinadora de la organización Casa Amiga, en Ciudad Juárez, señaló que cada año atienden hasta 2.500 mujeres al año, de las que 70 % refieren haber vivido violencia psicológica.

“Es una violencia que, al no dejar una marca y no tener una muestra visible, es normalizada, es difícil de identificar, las mujeres no tan fácil lo identifican y además los efectos son sumamente devastadores y pueden llevar años para transitar a espacios emocionales más sanos”, concluyó.

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