EFE / Marruecos quiere devolver la vida silvestre al desierto repoblándolo con muflones y gacelas de Cuvier, dos especies amenazadas que esta semana ha comenzado liberando en la región desértica de Jerada del norte del país.

Las dos especies, clasificadas como vulnerables según la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, han ido desapareciendo de la zona a causa de la caza furtiva y la degradación de su hábitat natural, y ahora serán reintroducidas poco a poco para poner de nuevo en marcha el ecosistema del desierto.

La repoblación arrancó esta semana en el parque de Chekhar, a unos 100 kilómetros al sur de la ciudad de Uchda, en el noreste del país y fronteriza con Argelia, una zona tradicionalmente minera que se acaba de catalogar como protegida.

Allí, en un área cercada de veinte hectáreas, los trabajadores de la Agencia Nacional de Agua y Bosques de Marruecos (ANEF) liberaron veinte ejemplares de muflón (ocho machos y doce hembras), catorce ejemplares de gacela de Cuvier (8 hembras y 6 hembras) y ocho puercoespines.

Un ‘soft release’

“Los hemos soltado primero en esta zona de aclimatación y posteriormente, cuando veamos cómo evoluciona su número, aplicaremos el protocolo de liberación suave o ‘soft release’, sin forzar a los animales”, explica en el lugar a EFE Zouhair Amhaouch, jefe del departamento de Parques Nacionales y Áreas Protegidas de ANEF.

Mientras coloca junto a los agentes forestales transportines de madera y plástico de diferentes tamaños, Amhaouch indica que el recinto cuenta con abrevaderos y complementos alimentarios para ayudar a los animales en una primera etapa a adaptarse, hasta que consigan recuperar su autonomía.

Al abrir las cajas, las gacelas de Cuvier salen corriendo primero y los muflones luego, para dar paso entonces a la liberación de los puercoespines, que se precipitan a coger su ruta entre los espartos que se extienden por esta zona árida.

En el acto de liberación celebrado en presencia de autoridades y prensa, Amhaouch precisa que los muflones necesitan de dos a tres meses antes de ser definitivamente liberados en la naturaleza, un periodo que puede ser mayor para las gacelas, a las que se monitoriza antes de hacerlo.Marruecos alberga el mayor número de esta especie de gacela del mundo -endémica y presente también en Argelia y Túnez- con cerca de 5.000 ejemplares en libertad o semi cautiverio en reservas naturales del Anti y Alto Atlas, principalmente en las zonas de Tiznit, Tafraout, Tarudant y Uarzazate.

En cuanto a los muflones, animales que prefieren las montañas, hay unos 6.000 individuos en el país, según el responsable marroquí.

Revitalizar el ecoturismo

ANEF espera que estas especies se multipliquen y restauren el ciclo de vida silvestre en la zona, ya que estos animales pueden constituir también fuente de alimento para animales predadores como los buitres. En un futuro, contempla reintroducir otras especies como la avestruz de cuello rojo.

“Estamos restaurando la naturaleza y relanzando todo el ecosistema de la zona. La naturaleza recupera sus derechos”, setencia Amhaouch.

Con la reintroducción de los muflones y gacelas en el parque de Chekhar -de unos 60.000 hectáreas- se inaugura oficialmente este lugar como área protegida y se añade a una decena de zonas que Marruecos irá estableciendo como protegidas para el comienzo de 2025.

Según el director general de ANEF, Abderrahim Houmi, Marruecos se ha comprometido a aumentar el número de áreas protegidas de acuerdo con el Convenio de la ONU sobre la Diversidad Biológica.

En el acto de liberación, Houmi resalta que la creación del parque ha contado con el consentimiento de la población los políticos locales, y subraya que ayudará a promover el ecoturismo en la zona.

Con la creación del parque se contemplan actividades como el senderismo y el vuelo en parapente, con el que se aspira convertir en un destino de referencia del turismo ecológico a Jerada, una provincia asociada con sus antiguas minas de carbón, zinc y plomo, y con los accidentes mineros.

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