China llega a los Juegos Olímpicos de París con la expectativa de un aluvión de medallas de oro, algo que ha sido habitual para la potencia deportiva asiática en las últimas décadas, pero con la sombra de un escándalo de dopaje sobre la delegación.
El equipo podría ganar hasta 34 oros y 86 medallas en París, según las proyecciones Gracenote de Nielsen publicadas el martes, y así suponer una amenaza para las esperanzas estadounidenses de encabezar la tabla por cuartos Juegos de Verano consecutivos.
China lleva 405 deportistas para competir en 236 pruebas en París, su mayor participación en unos Juegos Olímpicos de Verano fuera del país.
El país ha ganado un total de 263 medallas de oro desde que el tirador Xu Haifeng obtuvo la primera en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, cuando China fue finalmente acogida en los Juegos de Verano.
Los clavados, el tiro, la natación, el tenis de mesa, la gimnasia artística y el bádminton son los deportes que más medallas han ganado, pero Gracenote predice que disputarán el triunfo en otras 20 disciplinas.
Gracenote utiliza un modelo estadístico basado en los datos de resultados disponibles de las principales competiciones mundiales y continentales desde los anteriores Juegos de Tokio.
Sin embargo, las ambiciones olímpicas de China se han visto ensombrecidas por un escándalo de dopaje que ha implicado a 23 de sus nadadores, muchos de los cuales compiten en París.
Los 23 nadadores dieron positivo por trimetazidina (TMZ), un medicamento que aumenta el flujo sanguíneo al corazón, en competiciones previas a los Juegos Olímpicos de Tokio, pero posteriormente fueron absueltos por una investigación china, que afirmó que habían estado expuestos inadvertidamente al fármaco por contaminación.
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) no descubrió ninguna infracción en su propia investigación de los casos, lo que desencadenó una estadounidense y sospechas de nadadores de otros países.
China ha negado reiteradamente las acusaciones de dopaje.